El tiempo a pasado y Satoshi regresa a Kalos donde comienza una nueva vida.
Motivado con la idea de ser un Maestro Pokemon, se reune con sus antiguos compañeros de la region ademas de conseguir una nueva compañera.
Ahora los entrenadores se deberan...
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Maxinne y Alain se encontraban en el centro comercial, habían visitado varias tiendas de muebles, ropa y otras que llamaron potencialmente la atención de la chica.
Alain no podía apartar la vista de la chica, le parecía bastante ilógico que con tan solo unos cuantos minutos de conocerla ya hubiese caído completamente en sus encantos.
Maxinne era hermosa, no había duda sobre eso, pero había algo mas que provocaba que el chico sintiera cada vez mas interés en ella.
Su inocencia, su ternura y su emoción al descubrir cosas nuevas le había robado el corazón, era como una pequeña niña que recién regaba a un lugar nuevo.
-Oye ya que hemos terminado con las compras ¿que te parece ir a tomar un café?.-Propuso Alain.
-Esta bien.-Acepto la chica con una sonrisa.
Llegaron finalmente a una cafeteria que se encontraba en la plaza comercial, se ubicaron en una mesa cercana a la ventana y ordenaron su bebida, un americano para Alain y un chocolate caliente para Maxinne.
-Y dime Maxinne ¿tu haz viajado mucho?.-Pregunto Alain par iniciar con la conversación.
-Pues no realmente, hace poco apenas logre explorar la región, aunque no completamente.
-Apuesto a que en algún momento te encontraste con el Team Rocket.-Comento burlón al recordar aquellos "villanos"
-¿Team Rocket?, creo que mi compañero los menciono alguna vez.
- ¿Compañero?, creí que estabas sola.
-Bueno no es el tipo de compañero que estas pensando.
Aquella respuesta solo confundía mas al campeón, ¿que clase de "acompañante" tenia aquella chica.
Maxinne quien notaba la situación en la que había dejado a su ahora amigo decidió aclarar las cosas.
Tomo de su bolso una pokeball y de ella salio un imponente felino de color beige. Todo hubiese sido completamente normal si no fuera por lo que pasaría a continuación.
-Maxinne....¡Te eh dicho mil veces que odio estar en la pokeball!.-Regaño el pokemon para sorpresa de Alain y uno que otro extraño que se encontraba cerca de la mesa.
-E-e..¡esta hablando!.-Exclamo aterrado una vez su cerebro proceso la situación.
-Tranquilo, el es mi compañero. Persian puede ser muy gruñón pero es bueno.-Explico intentando tranquilizarlo.
Tanto el pokemon como el chico se dirigieron la mirada manteniendola firmemente por unos segundos.
-¡Yo te conozco!.-Soltaron al unisono.
Maxinne se sobresalto tanto por el repentino grito de ambos como por la sorpresa de que se conocían.
