El tiempo a pasado y Satoshi regresa a Kalos donde comienza una nueva vida.
Motivado con la idea de ser un Maestro Pokemon, se reune con sus antiguos compañeros de la region ademas de conseguir una nueva compañera.
Ahora los entrenadores se deberan...
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Era una fría noche de otoño, los jóvenes entrenadores estaban preparándose para cenar, mientras tanto Satoshi aprovechaba el tiempo y entrenaba muy duro con sus Pokemon.
—Tenemos que entrenar muy duro si queremos ganar la liga.—Exclamo Satoshi como todo un entrenador que se preparaba ferozmente para un gran evento.
—(Pero si aun falta mas de un año)—Dijo Greninja a sus compañeros de equipo, cosa que por obvias razones el entrenador no pudo entender.
—(Todo este entrenamiento me esta dando hambre)—Se quejo Talonflame quien al parecer no compartía aquella inquietud por la repentina y exigente rutina de entrenamiento.
—(Talonflame tiene razón, ¿no sienten que Satoshi esta exagerando?)—Para suerte del Pokemon tipo agua/siniestro Hawlucha también notaba aquello.
—(No se que le ocurre a Satoshi)—Soltó un preocupado Pikachu.
Satoshi seguía entrenado muy fuerte sin saber que estaba dañando a sus Pokemon, en especial a Greninja ya que el tener que sincronizarse muchas veces seguidas lo estaba debilitando.
Comenzó a oscurecer y Serena al ver que era muy noche y Satoshi seguía fuera decidió ir con el para que cenara.
—Satoshi la cena esta lista.—
—Voy en un momento—Respondió sin dirigirle la mirada.
Serena quería evitar entrometerte con los asuntos del chico, sin embargo el ver tan exigente entrenamiento no pudo hacer caso omiso.
—Satoshi ya es muy tarde, tal vez deberían de descansar un poco, además aun queda tiempo para la liga— Sugirió la pelimiel.
—Imposible, necesito que todos mejoren sus estadísticas, y mas este inútil, no me arriesgaré a perder la liga de nuevo por su culpa—Soltó con total desprecio.
—¡Satoshi!—
—Serena, por que no regresas a hacer tus lindos pastelitos y me dejas entrenar en paz—
— No, creo que realmente tienes que parar, ¿no ves que están agotados?—Intento hacer entrar en razón al chico, pero era en vano.
—¡¿Tu que sabes de esto!? ¡¡No eres mas que una ridícula chica que solo se interesa en que tan bonito esta su pokemon!! ¡Tu no sabes nada de una batalla Serena, no eres una entrenadora, ni si quiera has podido defenderte tu sola, solo eres un estorbo en mis entrenamientos, así que por favor vete y déjame entrenar!—Grito sin que una sola palabra pasara por su filtro cerebral.
—¡Disculpa, pero recuerdo que ya te gane en una batalla!—Serena comenzó a defenderse.
—¡Eso fue porque el no quiso atacar a tu tonta zorra!—
Serena al escuchar esas palabras decidió dejarlo pues le parecía inútil discutir con alguien tan necio como Satoshi.
—Lo lamento Satoshi dejare de estorbarte—Dijo mientras una lágrima caía de su mejilla, aquellas palabras realmente le había dolido.
