El tiempo a pasado y Satoshi regresa a Kalos donde comienza una nueva vida.
Motivado con la idea de ser un Maestro Pokemon, se reune con sus antiguos compañeros de la region ademas de conseguir una nueva compañera.
Ahora los entrenadores se deberan...
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—¿Y bien?—Soltó Eureka.
Tanto Maxinne como Satoshi se encontraban sentados mientras eran agresivamente rodeados por todos lo demás, quienes esperaban una buena explicación.
—Se me dio la oportunidad y lo hice ¿que querían que hiciera?—Se excuso Satoshi.
—Articuno y yo tenemos una larga historia—Soltó Maxinne
Como aquella "explicación" había ido tan lamentable y pobre, decidieron separarse para interrogar mas cómodamente a los dos entrenadores.
Mientras los chicos se quedaban en casa conversando y viendo repeticiones de combates Pokemon, las chicas saldrían a la plaza para tener una cena de chicas.
La debilidad de los chicos y lo interesante que estaban las peleas provocaron que olvidaran el interrogatorio conformándose con la respuesta anterior.
Probablemente las chica tuvieron mas suerte.
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—Que linda noche ¿no creen?—Dijo Persian mientras se recostaba en el pasto.
—Si, el clima es perfecto—Respondió Sylveon con los ojos cerrados.
—¿Y ahora que hacemos?—Pregunto Greninja mientras se sentaba junto a Sylveon.
—Tal vez buscar algo de comer, muero de hambre.—Se quejo Talonflame dejando en evidencia lo glotón que era.
—Tu siempre tienes hambre Talonflame.—Se burlo Hawlucha.
—Eso es cierto aunque de hecho si deberíamos buscar algo que comer.—Dijo Goodra dándole la razón al Pokemon tipo volador
—¡Gracias!—Exclamo mientras levantaba las alas al cielo
—Yo puedo hacer algunos Pokelitos.—Propuso Braixen.
