El tiempo a pasado y Satoshi regresa a Kalos donde comienza una nueva vida.
Motivado con la idea de ser un Maestro Pokemon, se reune con sus antiguos compañeros de la region ademas de conseguir una nueva compañera.
Ahora los entrenadores se deberan...
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10:00 p.m. (1 hora antes del ataque)
Dos jovenes caminaban por los pasillos de un lujoso edificio que se encontraba oculto en el bosque, la chica se encontraba nerviosa mientras que el chico se veia demaciado tranquilo.
—Ah, Sakitto y Cannellis, me alegra que pudieran venir.—
—¿Para que nos llamo, Xerosic-sama?.—Pregunto el chico mientras fingia respeto y lealtad a aquel monstruo.
De pronto aquella puerta se cerro dejandolos sin escapatoria y rodeados de miles de agentes armados, Sakitto apreto los puños y fruncio un poco el ceño, sabia que eso pasaria.
—No podia esperar menos de mis dos agentes estrella, pero...¿enserio creyeron que no iba a darme cuenta de su pequeña rebelion?.—
—Sakitto...—Susurro Canellis aterrada.
—Esa osadia les costara muy caro, ¡Ustedes par de malagradecidos, despues de que salve sus vidas!.—Reclamo furioso por aquel gesto del chico.
—¿Salvar nuestras vidas?, disculpa pero yo no recuerdo que mi vida estuviera en peligro.—
—Te salve de ti mismo..—
—¿Convirtiendome en tu conejillo de indias para experimentos?, aunque tal vez cometiste un grave error al realizar ese experimento conmigo.—Dijo mientras su mirada comenzaba a cambiar.
—Por favor Sakitto, no eres ni una sola parte de lo que es el verdadero 004, no te creas tan especial.—
El verdadero 004, habia escuchado de el varias veces gracias a los reclutas y a sus mismos compañeros.
Al parecer tuvieron que congelarlo ya que reacciono de una manera bastante hostil cuando recibio el virus UB.
Pero eso no significaba que Sakitto fuese un debilucho, Xero lo habia dicho hace unos instantes, el tenia un porcentaje del poder que tenia aquel peligroso sujeto.
—Sakitto..porfavor sacame de aqui..—Suplico la chica quien por desgracia no compartia el nivel de confianza que tenia su compañero.
—Cubrete los ojos.—Ordeno.
La chica obedecio al chico, quien una vez se aseguro de que su compañera no veia nada, emitio un fuerte resplandor que cego a todos en el lugar.
—Ya puedes abrir los ojos Cannellis.—
—¿Como salimos tan rapido?—Pregunto sorprendida por la velocidad con la que se alejaron de la base.
—No hay tiempo para preguntas, debemos buscar un refugio.— Dijo mientras tomaba el brazo de la chica y la guiaba entre los arbustos.
—No, debemos de ir a Lumiose, no podemos permitir que ataquen la Torre Prisma.—Insistio mientras se zafaba del agarre de su compañero, sabia que evitar que destruyeran el gimnasio seria un gran golpe para Xerosic.
