Una Aventura Legendaria.

Capitulo 40.

Después de varias interrogaciones por parte de Steven y Alain a Shigeru, los entrenadores finalmente estaban descansando, y justo a tiempo pues la transformación de los Pokemon había comenzado.

— Dios, no puedo acostumbrarme a esto.—Dijo Metagross mientras se sentaba en el pasto.

—Tranquilo, pronto lo harás.—Trato de consolar Ninetales.

—Ninetales tiene razón, para nosotros fue difícil al principio pero pronto te acostumbras y a veces hasta descansas.—Dijo Charizard mientras se acostaba en el pasto y estiraba sus brazos y piernas.

—Oigan ¿saben en donde esta Braixen?.—Pregunto Greninja mientras se acercaba al pequeño grupo.

—Creo que estaba con Sylveon y Glaceon cerca del cerezo.—Respondió Ninetales mientras señalaba el lugar.

—Gracias.—

                                                                En el cerezo....

—Entonces nunca has participado en un Performer o presentación Pokemon?—Cuestiono Braixen.

—No, Maxinne es mas de combates, aunque si te soy sincera me encantaría poder participar en uno.—Contesto Glaceon.

—Escuche que habrá una presentación en el centro de ciudad Celestia, ¿por que no le pides a Persian que le diga a Maxinne que participen?.—Propuso Sylveon.

—Esa es una buena idea, sera una exhibición, solo para divertirnos.—Apoyo la ahora joven rubia.

—Tienen razón iré a contarle a Persian.—

La chica fue emocionada a donde estaba su amigo para contarle su plan, mientras tanto dos chicos platicaban alejados de todos los demás.

—Si ya tienes tu decisión tomada, ¿por que no vas y hablas con ella?.—Pregunto Articuno completamente confundido, los temas relacionados con el amor definitivamente no eran su punto fuerte.

—No es fácil, ¿que acaso tu no te has enamorado?.—Se quejo Decidueye ante la falta de sensibilidad que mostraba su amigo.

—Por favor, soy un legendario, a duras penas tengo corazón.—Se excuso.

Ambos chicos rieron a carcajadas, era obvio que lo que había dicho Articuno no era verdad, simplemente quería que su amigo se relajara.

—Llego la hora, hablare con ella.—Soltó Decidueye quien se encontraba un poco mas decidido.

—Sera muy divertido, ¿crees que Maxi acepte?.—Pregunto Sylveon contagiada de la emoción de Glaceon.

—Claro que si, tu sabes como es, siempre quiere participar en cosas nuevas para ella.—Respondió Braixen.

—Hola chicas.—Saludo interrumpiendo así la conversación que estaban teniendo las dos jóvenes.

—Hola Decidueye.—Respondió Braixen con una tierna sonrisa lo cual hizo que el chico se pusiera mas nervioso de lo que ya estaba.

—¿Braixen podemos hablar un momento a solas?—Pidió el chico.

—Claro, vamos—

—Sylveon te la voy a robar solo un minuto.—

—No te preocupes tómense su tiempo.—Dijo con una sonrisa picara.

Los chicos se fueron y a los pocos segundos Greninja apareció.

—Syl, ¿has visto a Braixen?—Pregunto el ahora joven de ojos rubí.

—Si se acaba de ir con Decidueye, creo que iban a hablar de algo "importante"—Respondió inocentemente.

                                                   Mientras tanto.....

—¿Y bien de que querías hablar?—Pregunto Braixen.

—B-bueno, y-yo quería pedirte un consejo...—Respondió Decidueye bastante nervioso.

—¿Un consejo? ¿pero de que?.... oh ya veo, ¡estas enamorado!—Dedujo rápidamente.

—S-si.—Dijo mientras bajaba la cabeza ocultando su sonrojo.

—¿Y como es ella?— Aquella era una peligrosa pregunta, pero demasiado predecible.

—Es muy hermosa, talentosa, siempre esta dispuesta a ayudar a los demás, es como un ángel *eres tu maldita sea*—

—¿Y que es lo que te detiene?—

—Se podría decir que nuestro amor seria imposible, no somos compatibles ni de tipo ni de gustos, creo que ella esta enamorada de alguien mas.—

—Te daré mi consejo, lucha por ella, no dejes que nada te impida conquistar su corazón.—

—Gracias por aclarar mi mente *solo me confundiste mas*—

—Eres un chico muy especial, cualquier chica seria muy afortunada de estar contigo—Dijo mientras le daba un abrazo, realmente Braixen no sabia la confusión que estaba creando en la mente del pobre chico.

—No dejare que nadie me separe de ella *primero lo mato..*—Declaro completamente rendido ante los encantos de la chica.

Aquel abrazo tan inocente, demostraba demasiado cariño y era fácil que se malinterpretara, el joven de cabellos azules y ojos rojos salio de ese lugar completamente furioso, pero mas que nada con un fuerte dolor en el pecho, ese era el sabor de la traición.

O al menos eso creía el.....

Es todo por hoy.

Sayonara! <3