El tiempo a pasado y Satoshi regresa a Kalos donde comienza una nueva vida.
Motivado con la idea de ser un Maestro Pokemon, se reune con sus antiguos compañeros de la region ademas de conseguir una nueva compañera.
Ahora los entrenadores se deberan...
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—¡¿QUE?!.—Grito con una combinacion de sorpresa e ira.—¡¿Ibas a recibir informacion de la liga Pokemon y no ibas a decirme?!.—
Con aquel combo de reclamos Maxinne arrinconaba a Satoshi, quien gracias a una llamada que la chica recibio en su lugar se entero del "plan" del entrenador de Kanto.
—Señorita Maxinne, Por favor calmese.—Pidio Sakitto quien a pesar de no intenetar serpararlo, se encontraba preparado para defenderla en caso de que el chico decidiera usar la fuerza.
—Se que estas molesta, pero esta no es la manera de resolver las cosas.—Intervino Serena.
Despues de unos minutos de forcejeos e intentos de convencimiento, lograron separarlos.
—¡Ustedes dos tienen problemas!.—Regaño Sawyer quien odiaba los alborotos que principalmente ellos dos causaban constantemente.
—Satoshi, ¿por que le ocultaste eso a Maxinne?.—Pregunto la pelimiel quien parecia no tener el valor para molestarse con el chico.
— Lo lamento, no lo hice con mala intencion.—Comenzo a disculparse.—Es solo que con todo lo que esta pasando pense que tu no querias participar en la liga.—
Aquello sonaba razonable pero no justificaba aquella accion.
—La situacion me afecta mucho, pero no dejare mi sueño solo por eso.—Respondio Maxinne firme.—No vuelvas a dudar de mi perseverancia.—
Solo los dos entrenadores se podian entender.
El dia continuo tranquilo y los chicos se preparaban para sus actividades diarias.
—¿Estas lista Maxinne?.—Pregunto Satoshi.
—Si, vamonos.—
Los dos entrenadores salieron del lugar, seguidos de Cannellis y Sakitto quienes a diferencia de los dos rivales, llamaron la atencion de los demas.
—¿Ustedes tambien iran?.—Pregunto Alain.
—No, recibimos una llamada e iremos a una reunion.—Respondio Cannellis tratando de ocultar lo mas que podia.
—¿No es peligroso que vayan ustedes solos?.—Insistio el campeon.
—Tranquilo, tomaremos precauciones.—
—Estaremos de regreso pronto.—Calmo Cannellis.
A pesar de que aun habia muchas dudas que revoloteban en la cabeza del chico decidio no insistir en el tema.
El era lo contrario a Steven quien no podia dejar de analizar cada movimiento de los dos jovenes, haciendo enfasis en el misterioso chico de cabello negro y extraños ojos dorados.
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