El tiempo a pasado y Satoshi regresa a Kalos donde comienza una nueva vida.
Motivado con la idea de ser un Maestro Pokemon, se reune con sus antiguos compañeros de la region ademas de conseguir una nueva compañera.
Ahora los entrenadores se deberan...
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Narra Braixen.
Ya era muy noche nuestros entrenadores estaban dormidos, así que decidimos salir al patio pues hacia demasiado calor. Realmente envidio a los tipo agua y hielo, tener esa refrigeración integrada en su cuerpo debe de ser una bendición.
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—¡Dios! ¡Pero que raro es ser humano!.—Decía Metagross mientras caminaba torpemente para finalmente tumbarse en el pasto.
—Tranquilo, te acostumbraras.—Respondió Luxray con su clásico tono serio.
—Yo sigo preguntándome por que rayos me veo como mi forma mega evolucionada.—Cuestiono Charizard al notar que en ningún momento manifestó alguna característica de su forma "normal"
—Tal vez querías sentirte un verdadero dragón.—Se burlo Greninja iniciando así una discusión con el "pokemon" tipo fuego.
—Oye creí que ya habías superado lo de la liga.—
—Por favor obviamente algo raro paso ese día.—
—Si, los hacks te traicionaron.—Dijo entre risas.
—ja ja que gracioso, sabes que puedo vencerte cuando quiera.—
—Eso quiero verlo.—
—Por favor ya dense un beso.—Dijo Decidueye provocando la risas de todo el grupo.
—¿Que pasa presumido?, ¿Tienes miedo de que te quiten a tu Senpai?.—Soltó Sceptile burlándose del arquero.
—¿Que dijiste lagartija con tumores?.—Dijo molesto
Mientras los chicos discutían los demás seguían platicando.
—¿Siempre son así?.—Pregunto Metagross al ver tal espectáculo.
—Si.—Respondió Braixen mientras se frotaba la frente.
—En el fondo se aman mutuamente.—Soltó Articuno acompañado de una sonrisa.
—100 bayas a que gana la rana.—Dijo Persian iniciando así la apuesta.
—100 al búho creído.—Siguió Luxray sorprendiendo a mas de uno, pues jamas se hubieran imaginado que alguien tan serio fuese participe de tal acto de inmadurez.
