Capitulo 18.

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 —¡DESGRACIADO! ¡¿COMO TE ATREVES A ENGAÑARME?!

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—¡DESGRACIADO! ¡¿COMO TE ATREVES A ENGAÑARME?!. —Grito completamente furioso.

Lysandre se limito a sonreír cinicamente, cosa que logro irritar aun mas a Alain.

—¡¿Que demonios es esto?!. —Pregunto al sentir como un peso le limitaba el movimiento impidiéndole incluso el incorporarse.

— ¿Es que no lo ves?, son cadenas. —Respondió finalmente.

El agresivo movimiento del chico logro molestar al tirano quien rápidamente ordeno que lo neutralizaran.

Para cuando regreso de nuevo a la realidad se encontraba en una celda aun mas pequeña y fría que la anterior.

—Vaya, vaya. Despertaste bello durmiente—Soltó burlona una chica.

Alain miro sorprendido a aquella joven, ella por su parte seguía con su postura firme.

—¡¿Quien eres tu?! ¡¡Déjenme salir!!-decía mientras intentaba romper sin éxito el cristal.

—Ahorra tus energías, no podrás salir—La desconocida hablo con un tono frió, como si ya hubiese comprobado aquello que decía.

Alain decidió desistir, sabia que había una forma de huir pero definitivamente no la conseguiría pensando con la cabeza llena de desesperación.

Retrocedió un poco y después de soltar un suspiro levanto su mirada, ahí fue cuando la vio..

—¿Quien es ella?—Pregunto esperando respuesta de la chica que parecía ser su vecina de celda.

—Ella....no sabemos su nombre exactamente, la llamamos 010—

—¿010?—

—Si, ese es su numero de celda. Ella es una de las primeras chicas que llegaron aquí incluso antes que yo.—

Alain sentía como su pecho se congelaba, aquella horrible y dolorosa punzada se debía a aquella declaración.

—¿Cuanto tiempo llevas aquí— Pregunto a pesar de lo moralmente incorrecto que era.

—5 años—

En el fondo se esperaba algo así, sin embargo no dejo de sorprenderle.

¡¿5 Años?!, 5 malditos años encerrada lejos de todo, de su familia.

—Lo lamento— Fue lo único que pudo decir, se sentía mal por haber preguntado tal cosa.

— Lamentalo mas por ella—Soltó después de una ligera carcajada.

¿Cuanto tiempo llevaba aquella chica ahí?, desde aquel momento el no podía dejar de pensar en ella.

Paso el tiempo y como ya era costumbre, Alain se posaba frente a la fría pared de cristal para poder observar a la misteriosa chica.

Una Aventura Legendaria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora