2?

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   Miro una vez más la pantalla de mi teléfono e intento darme el ánimo de llamar, mis padres no están y los mellizos están con sus amigos en el patio.

     Ha pasado una semana desde que llamamos a Hotline y quiero volver a hacerlo, pero ¿Y si no es ella quien contesta el teléfono? ¿Y si me quedo en silencio sin saberle qué decir?

    Stella, si no es ella da igual, y si te quedas en silencio, ella seguirá el juego. Por una vez en tu vida sé como Bridget.

    Tomo aire y me dejo caer sobre la cama, marco el número y sigo las instrucciones, quiero que sea Zafiro quien conteste, pero en su lugar una voz algo chillona me responde. Enseguida me voy a blanco y cuelgo el teléfono.

   Joder, soy una estúpida, acabo de desperdiciar mi llamada gratis y encima me he quedado con las ganas.

   Puedes quitarte las ganas.

   Trago saliva y me levanto de la cama, miro por mi ventana y veo a mis hermanos bebiendo y comiendo con sus amigos, la música suena un poco fuerte así es que supongo que no van a escucharme.

   Siento un cosquilleo que nace en la punta de mis pies y revienta en mi corazón, voy al baño y lavo mis manos. Entro nuevamente y enciendo mi computadora, muerdo mi labio mientras escribo «vídeos porno» mierda, esto es extraño. Abro la primera página que google me enseña, y en segundos mi pantalla está invadida de gente teniendo sexo.

   No es que nunca mire porno, pero ésta situación se me hace un poco difícil. Me recuerdo a mi misma que mis necesidades son importantes y hago click en un vídeo, no sin antes bajar un poco el sonido.

   Una chica rubia sobre la cama con las piernas abiertas desliza su mano de arriba abajo al mismo tiempo que toca sus pechos. Muerdo con fuerza mi labio al sentir algo así como un apretón en mi centro, me levanto de la silla y bajo mi braga, cuando vuelvo a poner atención ella ha sacado un juguete y lo mete despacito dentro de ella.

— Mierda, no sé que hago viendo esto.

   Por un momento pienso en sacar el vídeo, pero decido dejarlo cuando un chico con una espalda grande entra en el cuarto, se acerca a ella y pone su mano sobre la de la chica para comenzar a mover el juguete. Mi boca se seca y comienzo a sentir la humedad en otra parte, separo mis piernas y mis manos van en seguida a mis muslos, nerviosa llevo mi mano a mi centro y lo toco con cuidado.

— Maldito el momento en que Steffan y Sidney de quedaron en casa.

   No despego la mirada de la pantalla, y mi excitación aumenta cuando a los dos cuerpos en la cama, se les une uno más. Una baja pelirroja se pone a los pies de ambos, jugando con el miembro de él, y con el monte de ella.

   Mis dedos comienzan a hacer círculos sobre mi, mis labios se separan un poco y el calor aumenta. Bajo un poco el vestido que llevo puesto, y con mi otra mano juego con mi pecho derecho. Cierro los ojos haciendo sólo caso a los gemidos de los actores e inaginandolo todo.

    — No sabía que te gustaba ver porno, Stella.— una voz grave suena en mi oído y siento como mi rostro se vuelve aún más rojo.— Debías haberme invitado, amor. Aunque verte así, verte así es mucho mejor.

   Sus manos suben y bajan por mis brazos, sus labios van a mi cuello que ladeo para darle mejor accseso.

— Ethan…

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