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    Naomi tiene la lengua fuera mientras sus labios la presionan, el ceño fruncido y no quita su mirada de la tabla donde pica unas verduras. Yo por mi parte meto Doritos por mi boca y segudos después tomo  Coca-Cola, ése es mi trabajo. Jenna y Brid están poniendo una mesa en el patio para poder comer ahí.

— ¿Sabes donde está la sal?

— ¿Es tu primera vez aquí?

Nop, pero sí la primera vez en su cocina.— ella eleva su rostro y me sonríe.

— Es el frasco azul, ahí está. Brid me dijo que estudias, pero no dijo qué.

— Enfermería, voy en segundo año.

— ¿Trabajas?

— Desde casa, hay muchas cosas que se pueden hacer en Internet hoy en día.

    Naomi pone las verduras en un sartén y comienza a saltearlas. Es guapa, muy guapa, su piel se ve suave y además tiene un buen carácter.

— ¿Ustedes van seriamente? — digo sin querer entrometerme tanto.— Disculpa por preguntar tanto, es mi amiga y ya sabes…quiero saber.

— Tranquila, lo entiendo. Y en realidad creo que sí, aunque aún no hay una propuesta formao, y ninguna a dicho que dejemos de ver a más gente, por mi parte no problema en dejar de hacerlo, y creo que ella tampoco tiene alguno.

    Unos tacones golpean la cerámica y la Tannia, la madre de Brid, aparece. Vestida impecable con su maletín reluciente, una mujer del hoy, o éso aparenta, está lejos de ser una mujer moderna.

— Stella, que gusto verte.— se acerca y besa mi mejilla.— Tú debes ser la nueva amiga de Brid, Naomi.

    La nariz de Naomi se arruga cuando escucha la palabra amiga saliendo de la noca de su "posible" suegra. Yo le hago una seña para que no tome en serio las palabras fe Tannia y las deje pasar.

— Sí, ésa soy yo. Naomi.

— Bien, iré a cambiarme de ropa y bajo.
  
    Cuando salimos al patio Naomi aparta a Brid seguramente para poder preguntar por qué la presentó sólo como su amiga.

— ¿Cómo lo llevas?

— Naomi es agradable, no me desagrada.

— Hablaba de lo de tu abuela.— giro mi rostro al de Jenna, a pesar se que tiene gran parte de su rostro cubierto por pecas,  se puede apreciar como el calor del día de hoy hace efecto en ella.

— Estoy bien, en serio. No hay mucho que decir sobre éso.

— ¿Qué hay de Ethan? Lo he visto todos estos días en el taller, incluso en el horario que va a verte a la heladería.

— Yo…le he dicho que no vaya.— le comento mientras me acomodo en la silla.

— ¿Lo estás evitando?

— Algo así, no quiero que me trate como una ligera muñeca de porcelana…

— Tu abuela murió hace dos semanas, Stella. Es normal que él quiera ser agradable contigo.

— Sí, pero él no quiere ser agradable, Jenna. Quiere ponerme en una burbuja y espantar a todo aquél que se me acerque.

    Cuando Jenna está por responderme Tannia sale al patio, enseguida saluda a mi amiga y luego va por Brid. Junto a Jenna nos levantamos y decidimos ir por la comida. Llevamos las pizzas y hamburguesas y las ponemos en la mesa, y nos sentamos todas a comer.

— ¿Les ha ido bien en el trabajo hoy, chicas? — Tannia me mira y luego a Brid. Salgo al paso enseguida, ya que ella no ha ido hoy.

— Nos ha ido genial, hemos vendido mucho y Brid por fin está aprendiendo a hacer inventarios.

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