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   A la mañana siguiente abro los ojos cuando siento que tocan mi cabello. Ethan está frente a mi y lleva la cara pálida, se notan algunos golpes y sus ojeras están ahí acompañadas de unos ojos hinchados. Me da la mano y le ayuda a levantarme del piso.

    Sí, me dormí en afirmada en la puerta de su departamento, no podía volver a casa en las condiciones que estaba, ir donde Jenna era sólo preocuparle e ir donde Bridget en estos momentos era impensable. 

Él abre la puerta sin decir una palabra y entramos, se quita la sucia chaqueta que lleva y la tira al sofá.

— ¿Y Matt?

— Se ha quedado con Keegan.— destapa una cerveza y se sienta en la silla. Camino hacia él y me siento.

— Tenemos que hablar.

— Éso está claro.— indica mi  rostro.— Me golpeaste y yo te...

— Fue sin querer, Ethan.— digo antes que el diga algo más. 

— Te lancé un golpe, Stella. No fue sin querer, si los chicos no hubiesen estado ahí, mi maldito puño hubiese golpeado tu mandíbula.— dice jalando su cabello. 

— Estábamos descontrolados, yo te golpee e insulté... 

— Me acosté con Bridget, fue una vez, nunca más.— dice mirando la botella. Mis ojos se llenan de lágrimas, deseo tanto que sea solo una mentira. Para mi Ethan era lo único propio, algo que había nacido entre ambos, puro, limpio y dulce. Y ahora estaba estropeado. 

— ¿Por qué? Acaso ¿Ella te gustaba o algo?.

— Stella, ella debe explicarte esto.

— ¡Tú te la follaste, también tienes que explicarme!

— ¿Quieres que te expliques como follamos o qué?

— Quiero que me expliques como terminaste durmiente con mi mejor amiga, Ethan.

— Estaba ebrio, y ella también.

— ¿Quieres dejar de comportarte así, por favor?

— No te engañe, Stella ¿Si? Paso antes de lo nuestro. Antes de que me gustaras, creía que Bridget gustaba de mi, y luego ella me dijo que eras tú quien estaba enamorada de mi. Fin de la historia, fue un error, se acabó. Ahora explícame como terminaste engañándome con ella.

— Estaba celosa de Naomi, de que me la quitara...

— ¡Joder!.— da un golpe a la mesa y yo salto de mi lugar, Ethan no es capas de mirarme y yo siento que de apoco todo se va a derrumbar bajo mis pies.— te lo dije mil veces, que me lo dijeras, que debía saber si te pasaban cosas con ella para cuidar mi amor no sólo de los odiosos que te rondaban, sino que de ella también. Te lo pedí, Stella.

— ¡Me confundí! Vale. Lo siento, lo siento Ethan, nosotras ahora ni-siquiera hablamos, ella se irá y no volveremos a...

— Debemos terminar. No perdonare esto.— el balde de agua fría cae sobre mi. 

— Te amo, de verdad lo hago. No puedes dejarme, Ethan.

— ¿Me amas tanto que descargas una aplicación para follar con otras chicas? ¿Siquiera sabes si te gustan los hombres? 

    Sus palabras son como piedras que van cayendo sobre mi sin parar. Y en su cara podía ver como lo estaba lastimando, debía decirle todo ahora. No podía dejar que se enterara de apoco. 

— Zafiro no es Bridget.— tapo mi boca con mis manos.— Zafiro es Naomi, es con ella con quien te he estado engañando, Ethan.

     Ethan gruñe y veo unas cuantas lagrimas caer, luego de éso escucho el cristal de la botella estallar en la pared que está en mi espalda, me estremezco y también lloro, estamos un momento así, en un silencio que parecía darnos cortas, pero dolorosas puñaladas. Él se acerca a mi y me toma del brazo para que quedemos frente a frente. Su mirada no era blanda, era sólo enojo. Intento soltarme, porque la forma en que me mira me hiere demasiado, quiero ver ésos ojos mirándome con la misma ilusión y amor de siempre. 

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