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   Es incómodo trabajar con Bridget y que ninguna hable, yo me limito a secar unas cuantas copas y ella a ordenar los manteles con laberintos para los más pequeños.

— Bridget ¿Puedes ir al congelador para ver las frutas de hoy? — Billy le pregunta desde una mesa. Ella le sonríe y rápidamente camina hacía allá.— ¿Cuánto más tendré que soportar el silencio en éste lugar?

— Al menos por unos días más, Billy.— le sonrío a medias. Billy es como un abuelo para nosotras, y sé que lo que nos sucede le preocupa.

— Jóvenes, desperdiciando tiempo en discusiones estúpidas, creyendo que tienen tiempo suficiente.

   Se aleja de mi murmurando mil y un cosas. Reviso mi teléfono una vez más para ver si tengo algun mensaje de Ethan, pero no hay nada. En su lugar sólo tengo unos mensajes tontando con Zafiro, sume a mi servicio los mensajes de texto, así es que ahora pasamos más tiempo jugando.

Zafiro✨

Si no estuvieras en el trabajo, podríamos estar divirtiendonos.

   Sonrío ante el mensaje, pero no respondo. Billy anda rondando por aquí y por allá, no quiero que el pase a leer o ver la pantalla de mi teléfono.

   Ethan me responde al rato el mensaje que le envié ayer por la noche, diciéndome que me explicará todo hoy y que lo siente mucho. Él suele ser así, le cuesta tomar enserio las cosas, por éso siempre valoro mucho lo que hace por mi, éso no quita el que esté molesta con él.

   Luego de un rato Bridget aparece frente a mi, le doy una sonrisa coeta y ella me da un papel «todas las frutas están en condiciones de ser usadas. No hay problema»

— ¿Por qué me pasas recados cómo en el Instituto?

   Se encoge de hombros y toma la libreta y el lápiz con el que toma los pedidos. Cuando termina me da otro papel «duh, me pediste que no habláramos. No dijiste nada sobre no enviarnos papeles. Vuelvo atrás por unas leches ;) » Levanto mi mirada y ella me guiña el ojo haciéndome reír.

— Admitelo, Stella. No puedes enfadarte con ella.

— Billy, debes dejar de aparecer de la nada. En serio, da miedo.

   Él ríe y asiente mientras sale a la terraza. Pone la pizarra con los especiales del día, la heladería está abierta.

    Sonrío al ver a los primeros chicos entrar, preparo los mejores helados del día y se los doy. Por la mañana siempre trabajo mejor, cuando se va haciendo más tarde mis ganas de hacer helados disminuye casi totalmente.

    Casi a las doce del día veo a Ethan cruzar la puerta, me sonríe y camina hacia mi. Me levanto en puntillas y el se inclina, nos besamos con el mesón entre ambos. Camino hacía él y lo abrazo.

— Espero que tengas una buena escusa, de lo contrario cortare éso de allá abajo.

— Tu no correrías a mi amigo ni en un millón de años, Stella.— me sonríe y me abraza por el cuello. Le hago saber a Billy que saldré a la terrazas y a regaña dientes acepta.— Lamento no haber llegado ayer, pero me quede sin gasolina, fui a casa de Mark y ya sabes, no tenía caso llegar casi tres horas más tarde.

— ¿No podías llamar?

— Mark vive a la mitad de la nada, con suerte tiene agua potable. La señal de teléfono aún es algo desconocido para él.

   Mark es un hombre de casi setenta años que Ethan conoció cuando tenía quince, desde ése momento ambos comenzaron una relación muy estrecha. Ethan no tuvo un padre presente, y tampoco un abuelo, así es que supongo que quiere a Marl como uno.

— Qué conveniente historia.

— Podemos ir con él y que la corrobore.

— Ethan, Mark sería capaz de decir que se lanzó de un paracaídas con tal de salvar tu sucio trasero.— ambos reímos y nos besamos.

   Cuando nos separamos acaricio su rostro. Él realmente se ha robado mi corazón, y espero que yo también haya hecho lo mismo con el suyo.

   Una chica alta y de cabellera castaña sube las escaleras de la terraza. Lleva una sudadera  suelta, un pequeño short y unas zapatillas. Su piel es morena y tiene una bella sonrisa. Ahora mismo quiero cerrar los ojos de Ethan y que así no pueda mirar. Ella me sonríe y se acerca.

— Hola, soy Naomi, busco a Bridget ¿Está acá? — unos ojos azul oscuro casi me dejan sin aliento, y mi respuesta es bastante absurda.

— Tienes una mancha ahí.— apunto a su clavícula, de donde su escapa una línea.

— ¿Disculpa? — ella se escucha confundida y luego ríe.— ¡Oh no, sólo es un tatuaje! — Ethan se aclara la garganta y hablo nuevamente.

— Bridget está dentro, puedes decirle a Billy que la llame si es que aún está en los congeladores.

— Muchas gracias.

   Ella me sonríe y camina hacía dentro. Bridget está sentada en una de las mesitas y cuando la ve entrar se levanta entusiasmada envolviendola en un fraternal abrazo.

— Creo que Bridget ya encontró a alguien ¿No es genial? Ahora sólo falta Jenna.

   Tictoc perra, se acaban de llevar a nuestra chica.

✨✨

Prepárense para el mayor culebrón amoroso que he escrito JSHSHS

  

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