—Montgomery —Jake me sonrió—. Pensé por un momento que me dejarías plantado.
¿Plantado? Esto ni siquiera era de lo más parecido a una cita. Solo salí porque pienso que Jake ha sido amable conmigo, y porque cualquier cosa sería mucho mejor que estar en casa en estos momentos.
—Lo siento —me disculpe, haciendo una mueca—. Dylan se puso algo...intenso.
—Pensé que era el tipo de padrastro que todas quisieran tener —él se rio—. Te voy a confesar algo, ¿de acuerdo?, pero antes tienes que jurarme que no se lo dirás a nadie, ¿bien? —asentí con la cabeza, incluso entrelazamos el dedo meñique para que él sepa que es una promesa—. Maggie siempre ha estado enamorada del señor Day, créeme que, cuando nos enteramos que él seria nuestro vecino, no dejaba de decirlo por toda la casa. ¡Era una locura!
Sonreí, creo que yo sería aquella chica entusiasmada por tener un vecino tan guapo como Dylan Day, inclusive sería una parte de aquellas chicas que harían todo lo posible para llamar su atención. Quisiera estar en su lugar, para ser sincera, prefiero ser una chica que sabe que, él jamás podrá notar su existencia, que yo que tengo que enfrentarlo día tras día. Es una tortura para mí.
—Entonces —Jake metió sus manos en los bolsillos delanteros de sus pantalones—. ¿A dónde quieres ir, Montgomery?
—Cualquier lugar sería mejor que estar aquí —respondí, bastante segura de mi petición. Era la verdad, no quería estar aquí por temor a que él salga y quiera dar un espectáculo en la calle—. Y deja de llamarme Montgomery, me siento como aquel chico de ese programa de televisión.
Jake asintió con la cabeza y me hizo un movimiento para que nos echáramos a caminar. En la calle había unos cuantos niños jugando con la pelota, incluso uno que otro en bicicleta. Jamás me habia dado cuenta que, fuera de casa también hay personas normales. Nunca habia camino por estas calles, llevo más de dos semanas viviendo en esta privada y ni siquiera soy capaz de conocer a la mayoría de los vecinos. Recuerdo que cuando llegamos a vivir aquí, algunos nos estaban espiando por las ventanas de sus salas, u otros nos sonrieron, pero ninguno se atrevió a establecer una conversación con nosotros. Quizá por temor al guardia de seguridad que hay afuera, o a Walter, que es demasiado intimidante como para establecer media conversación con él.
—¿Qué planes tienes al graduarte, Charlotte?
Lo miré por encima de mi hombro, Jake era un tipo alto, de alrededor uno noventa, admito que no es tan alto como Ian o como Dylan, pero si era más alto que yo. Habia respondido muchas veces esa pregunta, pero la verdad es que, ni siquiera sé lo que realmente quiero. Por una parte quisiera irme lejos de este sitio, quizás a Inglaterra, siempre he querido vivir en Londres, que para mí sería un gran sueño. O quizás a Portland, o a Canadá...incluso aceptaría regresar a California, solo que nunca más a San Francisco.
—Quiero viajar —respondí, encogiéndome de hombros—. Quiero conocer nuevos sitios, y ya que haya encontrado alguno de ellos, buscar una universidad.
Jake asintió con la cabeza y sonrió para sí mismo.
—Yo nunca he salido de Nueva Orleans, no es porque no quiera, pero me da miedo conocer un mejor sitio que este lugar. Este siempre ha sido mi hogar, que se me hará difícil dejarlo.
—Te comprendo. Yo nunca antes habia salido de California, y habernos cambiado a Luisana, fue una locura.
Aunque estoy empezando a pensar que fue una de las mejores decisión que pudimos haber tomado en nuestra vida. Porque sé que seguiríamos siendo las mismas personas de siempre, y no quisiera seguir estancada en aquella época. En San Francisco está enterrado bajo tierra mi secreto y al cambiarnos a Nueva Orleans, he tenido que traerlo conmigo, pero eso no me impide seguir con mi vida, seguir con mis amigos...es como si todo hubiera cambiado de la noche a la mañana y es bastante agradable, de alguna manera, claro.
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El Libro Negro De Charlotte| EDITANDO.
RomanceCharlotte Montgomery sufrió muchas cosas cuando era solo una niña, desde el divorcio de sus padres hasta la muerte de uno de ellos. Luego de siete años, su madre decide seguir con su vida, tomando una decisión para ambas. Angela Montgomery se compro...