El Libro Negro De Charlotte| EDITANDO.

Capítulo 37: Club, parte dos.

El ambiente había cambiado radicalmente, de alguna manera lo que menos me esperaba era volverlo a ver, después de la pelea que tuvimos en la piscina en casa de la señora Van Der Meer, supe que esto sería la guerra, pero de un momento a otro me había olvidado completamente de él y verlo justamente aquí, me ha sorprendido demasiado.

Mamá también parecía sorprendida al verlo, eso me quiso decir que ella lo conocía, la expresión de Dylan era distinta a la nuestra, distintos sentimientos se transmitían en sus ojos: molestia, confusión, odio y rencor. ¿Acaso se odiaban? Marlon tenía una sonrisa ladina en sus labios, sus ojos color miel estaban brillando con cierta emoción. Su cabello castaño estaba peinado hacia atrás, se había dejado crecer la barba, claro había pasado tanto tiempo después de la última vez que lo vi; llevaba unos pantalones color caqui junto con una playera color azul, las mangas estaban dobladas hasta sus codos.

—¿Qué estás haciendo aquí? —Dylan ni siquiera intento disimular que estaba molesto y que no le había agradado en lo absoluto la sorpresa que Marlon había preparado para él. Para nosotros.

Él frunció las cejas y pareció estar ofendido a las palabras de su primo.

—Vine a verte, primo. ¿Qué, acaso no te gusto la sorpresa? —dice entre dientes.

Angela se pone de pie y pone una de sus mejores sonrisas para saludar a Marlon.

—¡Claro que nos da gusto verte, Marlon! —Mamá ladea la cabeza y mira a Dylan—. Familia es familia, siempre estaremos felices de verte.

Marlon asintió al escuchar las palabras de mi madre. Sus ojos color miel se desviaron de Dylan y de Angela hacia mí, sentí un escalofrió en el cuerpo.

—¿Quién más ha venido?

—Melanie junto con su novio.

Marlon asintió con la cabeza.

—¿Irán a cenar esta noche?

Antes que mamá pudiera contestar, Dylan lo hizo:

—Marlon, ven conmigo, tenemos asuntos de que hablar.

Angela soltó mucho aire por la nariz pero no dijo nada para impedirlo. El castaño asintió con la cabeza antes de echarse a andar en dirección a Dylan, cuando él pasó a un lado de mí, sentí muy mala energía, no lo sé, pero fue una sensación extraña. Vi claramente como ambos se fueron alejando de las demás personas hasta que desaparecieron, no pude quitarles el ojo de encima. ¿De que tenían que hablar? ¿Asunto personal o elaborar? ¿Por qué me estoy metiendo en esto? Fácil, soy una chismosa.

—Descuida, siempre se llevan la contraria —mamá dijo al verme embobada.

Aparto la mirada y finjo una sonrisa.

—¿Cómo que siempre se llevan la contraria? —no quería ser tan directa, pero de algún modo quería saberlo. Era algo que estaba comenzando a llamar mi atención.

Angela se encogió de hombros y volvió a sentarse para coger la revista que minutos antes estaba leyendo, retomó la página en la que se había quedado y comenzó a leerla, cuando pensé que ya no me contestaría, lo hizo:

—Es algo que tiene Dylan contra la familia de Marlon. Es algo de familia, y aunque Dylan es demasiado estricto con eso, Marlon prefiere ignorarlo y fingir que no sucede nada.

Frunzo el ceño. ¿La familia Day está dividida? ¿Por qué?

—¿Qué problema tienen? —vuelvo a tomar asiento, pero esta vez ya no finjo que no me importa, porque en realidad mis neuronas estaban por morir debido a las miles de cosas que están pensando ahora mismo.