El Libro Negro De Charlotte| EDITANDO.

Capítulo 3: Perro que ladra...

Entre a mi habitación, luego de cortar la llamada con Alex. Le conté mi situación sobre esta noche, ella se alegró mucho ya que piensa que a partir de ahora, mi gusto por la moda cambiará totalmente. Era una estúpida idea, no quería, ni siquiera pensar, que mis gustos cambiarían. Seguiría siendo la misma Charlotte que toda la vida. Aunque claro, me harán faltas mis amigos y tendré que empezar desde cero, empezando con mantener una buena relación con mi padrastro.

Abrí el ropero, ya que en mi maleta no hay nada elegante, antes, en San Francisco, vivimos en una granja, por lo que no utilizábamos ropa elegante. Decidí llevar una playera de manga larga, era un poco elegante, era color gris y tenía cuello blanco, también tome unos jeans celestes y me cambie los converse por unos toms. Mi cabello ya era ondulado, por lo que solo lo peine un poco y ya estaba lista, lo mío no era el maquillaje, por lo que decidí ir al natural, sin ninguna gota de maquillaje. Espero que a mi madre le guste como vaya vestida, a decir verdad no me apetecía mucho ir a cenar, pero tal vez sea una buena manera para conocer a su nuevo novio. Su relación va muy en serio, jamás pensé que Dylan Day querría que su novia y su propia hija se mudarán a su casa, en Nueva Orleans.

Baje hacia la primera planta, mamá estaba colocándose unos zapatos de tacón negros. Aun no podía creer que esa mujer fuera mi madre, la recuerdo con ojeras, con ropa floja y con un moño despeinado por la granja, pero ahora va maquillada, con un vestido corto color rojo y peinada perfectamente bien. Ni siquiera llevábamos cinco horas aquí y ella ya ha cambiado, las comisuras de sus labios se extendieron, ofreciéndome una amplia sonrisa.

- Te ves hermosa, mamá – murmuré, una vez que me coloqué a su lado.

Ella lucía más alta con esos zapatos de tacón y con ese vestido nadie creería que es madre y tiene caso treinta y seis años.

- Tú también te ves hermosa, Charlotte. Dylan nos espera, ¿estás lista?

Respiré profundamente antes de asentir con la cabeza. Ambas salimos de la mansión, ya no estaba la limosina que nos había traído hasta acá, ahora había estacionado un 4×4 color gris, era enorme, realmente enorme, abrí mi boca al igual que mis ojos. Dylan estaba en el asiento de piloto, pero al vernos salir salió.

- Tengo suerte de vivir con tres chicas hermosas. Lástima que Melanie no nos acompañe hoy, en fin, tenemos que irnos, tengo una reservación para las ocho y media.

Dylan abrió la puerta de los asientos de atrás para que yo pudiese entrar, le agradecí amablemente y me dispuse a colocarme los auriculares y escuchar cualquier canción. No quiero escuchar la incómoda conversación de mi madre con su nuevo novio, tendré demasiado de Dylan Day por una noche. Preferí entrar a Instagram y poder hablar con Alex por allí, apenas serán las seis y media en San Francisco, por lo que creo que ahora debería estar viendo alguna película en Netflix.

Aun no comienza la cena y ya quiero volver a mi habitación, ¡AYUDAAAA!

- Charlotte – mamá me habló, me quitó un auricular y levantó ambas cejas – Dylan está hablándote.

¡CUENTAAA! ¿QUÉ TAN SEXI SE VE EL SEÑOR DAY? MAMÁ QIERE SABER TODO SOBRE ÉL, CUENTANOS, CHAR!!!!

- Perdona – tragué saliva y mi vista se desvió hacia Dylan, el cual me observaba detenidamente por el retrovisor – ¿Qué decías?

NO PUEDES DEJARME EN VISTO, CHARLOTTE, ¿QE TAN GUAPO SE VE, EH?!!!

- La preparatoria a la cual asistirás es una de las mejores que están aquí en Nueva Orleans, solo tendrás que integrarte poco a poco, Melanie te ayudará...