•Capítulo 7•

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—Lo lamento, señor Mendes.—Dije agachando la cabeza mientras nos encontrábamos en el café esperando nuestro pedido.

—¿Eh? ¿que sucede?—Preguntó confundido y yo comencé a jugar con mis manos, levante mi mirada y me encontré con su mirada. Me mordí el labio nerviosa, acto que el vio y se recompuso en la silla.

¿Acaso miró mis labios?

No seas tan exagerada, Emily.

—Lamento lo que paso ayer, fue un acto muy imprudente de mi parte el haberme quedado y volver en ese estado. Lo siento mucho, usted no es mi padre y estoy a cargo suyo por estos días. Lo pude haber metido en problemas, yo...solo quiero disculparme.—Le solté todas mis palabras y el me sonrió.

—Me alegra que tomes conciencia y lo admitas.—Iba a decirme algo mas pero el camarero llegó con nuestros pedidos.

—Esta dona se ve realmente bien—Me relami los labios y me estómago gruñó al ver esa delicia en frente mío.

¿Te refieres a la dona o a Shawn? Creo que lo dices por la opción dos, picarona.

Cierra la boca, estaba hablando de la dona.

—El día esta muy lindo hoy ¿que te parece si hacemos día de playa?

—¿Que? ¡Esta loco!—Reí pensando que hablaba en broma, pero su rostro me decía que no lo era.—No tengo traje de baño ni esas cosas.

—Hay muchos locales por aquí, termina eso y vamos a comprarte algo.—Dijo como si no fuera nada importante.

—No voy a dejar que gaste tanto en mi, en serio no. Creo que traje algo de dinero...

—Emily no es problema, no seas amargada y vamos a disfrutar el día.—Pensé unos segundos y terminé aceptando.

—Pero ¿su esposa no se enojará?

—¿Por que tendría que enojarse? Sabe que vinimos aquí, ni que fueras mi amante o algo parecido—Rió y yo le dediqué una risa algo falsa.

—Si...tiene razón, pff que locuras digo—Me hice la tonta y me levanté de mi asiento.—¿Vamos?

—Pero todavía no terminaste tu don...

—La llevaré y la comeré en el camino.—Lo interrumpí y caminé fuera del lugar, esperando.

Y yo que me hago la cabeza todos los santos días, por ahí, capaz, pensando que tendría solo un poquito de posibilidades por como me mir...

Esta todo en tu imaginación, yo te lo dije.

Maldito sea el día en que este hombre me pareció atractivo y comenzó a gustarme.

Es solo un capricho, solo un capricho.

—Hey ¿Por que te fuiste así?—Me pegué un gran susto al verlo y golpeé su hombro.

Pero a los segundos me disculpé.

—Mierda, lo siento.—Baje la mirada y el rió.

—Deja de disculparte—Me sonrió rodando los ojos y me quedé embobada mirando su sonrisa. Tenía una sonrisa tan linda.—Vamos a comprarte el traje de baño, anda.

(...)

—No se si este sea el adecuado, señor Mendes.—Dije mirándome al espejo del probador.

VECINO: Que sea secreto [S.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora