•Capítulo 11•

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Se sentó en el respaldo de la cama y me subió encima suyo, separé mis piernas y mis manos pasaron por su cuello.

Estaba mal, estaba muy mal pero no podía parar. No quería parar.

Sus labios descendieron por mi cuello y dejé escapar un gemido.

—Shh...—Me mordí los labios y tiré suavemente de su cabello.

—Ya...pare, esta su mujer al lado.—Dije soltando un jadeo, esto se estaba saliendo de control.

—¿Que demonios estas haciendo conmigo? Me tienes loco.—Lo miré y besé sus labios.

Esto no podía ser más perfecto, el me gustaba y yo le gustaba, pero...un problema...

—¡Emily!—Parpadee y sacudí mi cabeza. Miré a mis costados y no estaba Shawn, levanté mi vista y lo vi parado en el marco de la puerta.

¿Que?

—¿En que pensabas? Estabas como hipnotizada.—Lo miré y me sonroje al instante.

picarona Emily, eh.

Acabé de tener un pensamiento erótico con el hombre que tengo en frente.

—¿Mi presencia te pone así?—Bajé la mirada y rodé los ojos.

—¿Puede irse? Estoy muy cansada, buenas noches.—Necesitaba que se largue de aquí, no podía creer lo que acabó de pasar. Parecía tan real.

—Cuando dormí contigo me sentí muy bien ¿Sabes?—Se hizo un nudo en mi garganta y levanté mi mirada para verlo a los ojos.

Decídete. ¿Lo miras o no?

—¿Por qué me dice todo esto? Ya basta. Tiene una esposa ahí al lado, le pido que se vaya.

Se acercó a mi, tanto que nuestras respiraciones chocaban. Tenerlo tan cerca me ponía estúpida.

Él me ponía estúpida.

—Cuando estábamos en el hotel solos eso no pareció importante.—Dejé escapar un suspiro y se acercó aún más. Nuestros labios de estaban rozando.

—No lo haga.—Dije con los ojos cerrados.

¡OH VAMOS! Quieres que lo haga.

—Se exactamente que querés esto tanto como yo.—Abrí mis ojos y él estaba mirando mis labios.

—¿Y si no?—Me miró directo a los ojos y sonrió.

Tenía la sonrisa más hermosa de este mundo y no era broma.

—Ya te hubieras alejado—Miró una última vez mis labios y luego terminó con la cercanía que teníamos, se paró.—Descansa, Emily.

Dicho esto, se marchó cerrando la puerta.

Me tiré en la cama cubriendo mi rostro.

Hay muchacha, ese hombre te tiene mal. Pero a la mierda, ya pasaste los límites ¿Nunca jugaste con fuego? Dicen que es divertido.

Joder, es mi maldito vecino ¿Como hago para mirar a la cara a su mujer? Soy una zorra.

(...)

Las ganas de ir al baño me estaban matando, necesitaba hacer pis.
Miré la hora y eran las 1.59 am de la madrugada.

Con flojera me levanté de la cama y caminé hasta la puerta, la abrí y me dirigí al baño. En el camino escucho gemidos de la habitación de Shawn y Caroline.

Esto...maldito idiota.

Yo que vos, mejor vuelvo al cuarto.

Me acerqué un poco más sólo para escuchar definitivamente lo que creí haber escuchado.

Estaba en lo correcto.

—Te amo, Shawn.—Mordí mis labios al escuchar sus susurros bastantes altos y antes de escuchar las palabras que saldrían de la boca de Shawn, me aleje de ahí y cerré de un portazo la puerta del baño. Acto seguido me arrepentí y me pegué en la frente.

¿por que soy tan estúpida?

Molesta hice mis necesidades y luego me lave las manos, tiré la cadena y abrí la puerta.

Ahí estaba la persona que justamente, en estos momentos no quería ver.

—Con permiso.—Pase por al lado suyo bruscamente y me metí en mi cuarto, iba a cerrar la puerta pero alguien lo impidió.

Rodé los ojos y me di vuelta.

—¿Que te sucede?—Me preguntó frunciendo el ceño.

AH BUENO.

AH BUENO.

Este imbécil en serio me está preguntando "¿Que te sucede?"

En esta estoy de tu lado.

—Esto es el colmo.—Reí falsamente y me tomé la cien.

—No te estoy entendiendo, Emily.Se me acercó pero lo aleje.

—No me toque, maldita sea.

—¿Me puedes decir que te pasa?—Me pareció verlo molesto y bufe cruzándome de brazos.

—¿Que quiere? Miré, me tiene harta usted y su maldito juego.—Levanté un poco el tono de voz y el me pidió con su dedo índice sobre sus labios, que baje el volumen.—Viene, me dice cosas que a mi, maldita sea a mi me matan por dentro y luego va y se folla a su mujer ¡¿tan imbécil es?! Maldita sea, es un imbécil.

—Pero, es mi mujer. No puedo creer que me estés diciendo esto.

—¿Y entonces por que mierda me besa?—Lo miré mal.

—¿Acaso estas...?

—No maldito idiota, no estoy celosa—Lo interrumpí y me acosté en la cama.—¿Ahora se puede ir? No tengo ganas de verlo.

—Emily...

—Maldita sea, ya largo.

(...)

El día de hoy me levanté con una sola idea en mi mente.

Hacer las cosas que a mi se me plazca.

Si el puede besar a otra mujer a parte de a mi, pues yo también.

¿De eso se trata, no? No voy a ser la estúpida, Shawn Mendes. ¿Querés jugar? Juguemos.

Salí del baño y sonriente caminé al comedor, donde estaban los tres desayunando.

—Buen día ¿Como están?—Me senté y mordí una tostada.

—Bien ¿Como dormiste, Em? Hoy te lleva a la escuela Shawn.—Caroline habló pero yo negué.

—No hace falta, mi chico viene por mi.—Miré de reojo a Shawn y este clavó su mirada en mi.

—¿Tienes novio?—Preguntó curiosa y sonriendo.

—Aún no—El timbre se escuchó y me levanté de la mesa.—Ya llegó, nos vemos más tarde.

Abrí la puerta y Aaron me sonrió. No sabía como iba a tomárselo, pero me acerqué y besé sus labios.

¿QUE MIERDA HACES? Estas jugando con fuego Emily...

—¿Que..?

—Luego te explico.—Susurre y lo tomé de la mano.

—Vamos, los llevo.—La voz de Shawn se hizo presente.

—No gracias. ¿Me esperas? Voy a  buscar algo.—Le sonreí a mi amigo y me dirigí al cuarto.

—Olvidé unos papeles.—Sus pasos detrás mío eran una señal que algo iba a decirme.

—¿Que significa esto?—Me tomó del brazo al entrar a mi cuarto.

—Pero es sólo un chico. No puedo creer que me estés diciendo esto.—Le guiñe un ojo y tomé mi mochila.

—Emily...

—Mismas reglas, nos vemos más tarde señor Mendes.

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VECINO: Que sea secreto [S.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora