Nunca te ha gustado cómo te ves frente al espejo, nunca te ha gustado cómo se escucha tu voz en las grabaciones, nunca te ha gustado cómo sales en las fotografías, nunca te ha gustado el peso que mantienes y tienes miedo de subirte a una balanza y que aparezcan unos números demás, nunca te has amado lo suficiente como para decir "me quiero", siempre has pensado que eres inferior a las otras chicas y te has sentido tan pequeña como un grano de arena y casi siempre te has sentido rota como un trapo viejo. Cuando estás sola pones la música tan alta que se escucha hasta el cielo, bailas y cantas, y cada vez que cierras los ojos es como si estuvieras viviendo en tu mundo o en un oscuro paraíso, o en un lugar mejor que la realidad. Te sientes frustrada porque el tiempo va demasiado rápido, tú creces y la vida que llevas no fue la que soñaste de niña, a veces echas de menos los viejos tiempos, echas de menos cuando tu habitación era el santuario perfecto para soñar, la vida poco a poco fue matando tus sueños y las esperanzas que tenías en ellos, ahora piensas que eres un cuerpo sin alma, sin vida, sin ganas de luchar, sin ilusiones. Pero, cariño, vamos. Si tú tan sólo te miraras con mis ojos, si tú te escucharas con mis oídos y si fueras yo por un instante entenderías por qué te amo tal cual eres, no fue un físico lo que me enamoró, sino la persona que vive dentro de ti, esa que tiene aún la esperanza de volver a la vida real, porque está latente. Tus ojos negros son como esa carretera por la cual amo pasar, incluso intencionalmente, sólo por volver a sentirla y sentir la libertad que de ella desemboca. No cambiaría nada de ti, porque yo no me enamoré de una chica de revista, yo me enamoré de una chica humana, tan real que tiene defectos y virtudes, potencialidades y debilidades. Olvida a los haters, porque te estoy amando y eso es lo que realmente importa, porque qué importa el mundo si alguien te está amando. Yo me enamoré de aquella chica que sonríe después de llorar por largas horas, de aquella que me hacía tartamudear cuando la tenía cerca y que me hacía temblar hasta los labios, es tan grande que no hay palabras para describirla, porque describirla sería limitarla y ella no tiene límites. Eres la mejor guerrera. Nunca dejes de sonreír porque iluminas el día de más de alguna persona que te quiere. Y gracias a ti entendí lo del amor a primera vista, gracias a ti entendí que el amor no es cambiar, sino complementar. Esas pequeñas cosas que tienes son las que te hacen única. Deja que los demás hablen lo que quieran, al final, son sólo palabras vacías, sólo tú sabes cuánto te duelen las heridas causadas por el pasado, sólo tú, nadie más, tus cicatrices son tu historia. Comúnmente padeces de insomnio, pero tienes las ojeras más preciosas de toda la ciudad. Quiero que sepas que no importa lo que pase, yo estaré ahí para ti, porque eres el sentido de mi vida y tú eres la razón que tanto estaba buscando y que al fin la encontré en el lugar donde pensé que nunca la encontraría.
ESTÁS LEYENDO
Benjamin Griss (El chico del ayer)
RandomEs un libro con la recopilación de escritos de Benjamin Griss, un joven talentoso de Guatemala. Quién escribió cuando algo comenzó a dolerle, es decir , desde que tiene uso de memoria. Hoy se lo conoce cómo un soñador, cómo quién no se guardo su...