Ni París,ni Santiago,ni Roma;el lugar más precioso que conozco fue aquella vez que te miré por primera vez y supe que quería estar ahí para siempre, sin importar las ruinas ni los daños. Porque a veces sólo queremos permanecer, querer permanecer en lugares que no son nuestros, pero que aparentan serlo, o que simplemente nos sentimos seguros dentro de ellos, como un cálido hogar. Y no hay nada más bonito que alguien provoque en ti algo que no tiene nombre ni explicación, porque nunca nadie había conseguido que lo sintieras y es la primera vez que lo sientes (como todo lo mejor). Y eso es lo que me está pasando a mí. ¿Sabes?, siento que no quiero perderte nunca. Y contigo quiero visitar todos esos lugares que nunca me he atrevido a visitar, por ejemplo, mis miedos. Y uno de ellos es el olvido. Que sí, que te necesito. Gracias a ti encontré una droga que no fuese inhalada ni inyectada, simplemente eres vivida, has creado una adicción con tu aroma. Y muchas veces tengo esa necesidad de querer que alguien me necesite con la misma intensidad con la que lo hago yo. Y te lo digo nuevamente: No importa cuánto tiempo pase, yo estaré esperando por ti, aquí, donde la vida parece detenerse por un instante y ese instante parece durar una eternidad. Y si tuviera que esperarte por un millón de años, lo haría sin pensarlo dos veces; porque el verdadero amor es aquel que espera sin importar cuánto tiempo tarde en llegar, porque sabe que algún día llegará.
ESTÁS LEYENDO
Benjamin Griss (El chico del ayer)
RandomEs un libro con la recopilación de escritos de Benjamin Griss, un joven talentoso de Guatemala. Quién escribió cuando algo comenzó a dolerle, es decir , desde que tiene uso de memoria. Hoy se lo conoce cómo un soñador, cómo quién no se guardo su...