No importa si existen finales felices, al final lo que importa es el camino que recorremos y todo lo que pase en él. Nos preocupamos demasiado intentando crear uno, que no disfrutamos a quien tenemos al lado y nos damos cuenta de lo que teníamos cuando se ha ido. También intentamos ser personas perfectas para alguien que le gusta lo imperfecto. Qué gilipollas llegamos a ser. O quizás siempre lo somos, aunque algunas veces no nos damos cuenta. Es un misterio lo que pasará, mientras tanto hay que mover todo lo que esté a nuestro alcance para que sucedan cosas que nos cambien la vida. Algunos "para siempre" son más largos que otros, aunque algunos se rompen más rápido, tarde o temprano, todos acaban, no sé dónde ni cuándo, pero todos tienen fecha de caducidad. Siempre vamos a tener con nosotros a esos pequeños "para siempre" que nos hicieron felices por un tiempo, que incluso ahora, por las noches, iluminan un poco entre tanta oscuridad que poseemos. También nos abrazan y nosotros los abrazamos aun más fuerte, como dando a entender: "Echo de menos los viejos tiempos. Cuánto daría por vivirlos nuevamente". Y sonreímos con lágrimas, una triste felicidad. Ojalá nos durase la sonrisa como les dura una despedida a dos personas en el aeropuerto. O como aquellos enamorados que están peleando por ver quién cuelga primero el teléfono. Alguien que nos buscase con la misma desesperación con que se busca algo especial, algo que nunca se encontrará en otro lugar y que una vez perdido no se recuperará jamás.
ESTÁS LEYENDO
Benjamin Griss (El chico del ayer)
RandomEs un libro con la recopilación de escritos de Benjamin Griss, un joven talentoso de Guatemala. Quién escribió cuando algo comenzó a dolerle, es decir , desde que tiene uso de memoria. Hoy se lo conoce cómo un soñador, cómo quién no se guardo su...