¡Te Vas A Casar!

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Narrador omnisciente.

-Pásame el helado de chocolate. - hablo una triste morena.
-No puedo...
-¿Por qué? - observó a Ninoska quien le acaba de responder y que se encontraba a su izquierda.
-Porque no me gusta el de frutilla, o sea el que tu tienes...
La morena por su parte bufó.
-¿Quién dijo que te daría de el mío?
La castaña en tanto giró rápidamente su cabeza para observarla.
-Entonces, no te daré, pídele a Catalina, tiene de vainilla.

En eso la morena se iba a dirigir a ella, sin embargo Catalina se les adelantó mientras observaba la televisión.
-¡Sh! Cállense, quiero ver que le dirá hache a babi.
Y es que resulta que estaban las tres acostadas en la gran cama de la morena, mientras veían la película "Tengo ganas de tí".
Era una noche de chicas un tanto especial, ya que contaba de tres grandes amigas las cuales no estaban en su mejor momento sentimental. Por lo que se la habían pasado viendo películas románticas y comiendo helado durante toda la tarde y noche, como solían hacerlo ante cualquier angustia.
Catalina por su parte estaba sufriendo una pequeña crisis con Colbyn quien seguía un poco dolido con ella, Ignacia... Bueno ella decidió mentirle a Dean sobre su supuesta salida, para no quedar como tonta y molestarlo, sin embargo se encontraba triste y celosa, al saber que él en estos momentos estaba con otra que no fuera ella, en medio de sus dos amigas mientras comía enormes cantidades de helado.
Por otro lado estaba Ninoska, quien se recriminaba y arrepentía constantemente por haberle dado una oportunidad a Nicolás, algo de lo que no estaba segura, puesto a que seguía extrañando a Joe.
-¡Necesito más helado! - reclamó Ignacia.
-¡Hey! Comiendo no sacamos nada, menor interés nos tendrán. - espetó triste Catalina, mientras que la morena solo seguía con su vista perdida en la película, arrojando diversas lágrimas al ver como el protagonista de la película rechazaba a su amada luego de dos años sin verse, algo que no sólo la termino de matar a ella sino que a una devastada castaña a su lado.

-¡Dean es un idiota!
-¡Joseph es el doble!
-¡Pues, Colbyn es el triple!
Esperaron todas por orden con unos increíbles tonos celosos.
De pronto el teléfono de la castaña sonó, informándole de que tenía un mensaje, de inmediato lo abrió, encontrándose con un linda sorpresa, y es que su hermano le acaba de informar que había llegado a la cuidad luego de su gira deportiva en Europa, por lo que en dos días más haría una reunión de amigos en su departamento junto a Tanya en donde ella y sus amigas estaban invitadas.

-¿Quién ha sido? - la quitó de sus pensamientos Catalina.
-Cristian. - sonrió. Me ha dicho que ha vuelto y que hará una reunión en su casa... ¿Irán?
-No lo sé... Sebastián llega mañana o pasado y ha dicho que lo primero que hará será invitarme a salir.

-Pues yo voy, hace tres días que no veo a Colbyn, y entonces veremos si aún sigue molesto, ya que si es así, me doy por vencida, solo está buscando un maldito pretexto para alejarse. Por lo que prefiero cortar por lo sano.
-Cata... - rodó sus ojos la castaña. No seas precipitada, en cierta forma entiendo su enojo y sobre todo el de Dean aunque ya me está hartando su deprecio, pero eso no quiere decir que ya no seré más su amiga, siempre lo seré, como tu también y como Ignacia quien siempre será la madre de su hijo... Y la dueña de su corazón. - le sonrió a la morena quien bufó molesta.
-Claro, tanto que se entretiene con esa rubia.
-Así como tu con Sebastián... Estás junto a él cuando amas a otro. - le respondió rápidamente Catalina haciendo ver a una morena sin salida.
-OK, chicas es suficiente.
Sin embargo ni una la tomó enserio.
-Es rubia Ignacia, a Dean le gustan las morenas. - le guiño el ojo Ninoska mientras que ella ya al verse sin escapatoria salió rápidamente de la cama y en el umbral de la puerta les preguntó.
-¿Qué sabor de helado quieren? ¿Chocolate, vainilla? - y al ver como ninguna de las dos les respondía, solo sonrió y se dijo para sí misma.
-Está bien, traeré chocolate.
Cerro la puerta, mientras sus amigas reían.
-Es una idiota. - le dijo Catalina a Ninoska mientras la observaba sonriente, la castaña en tanto no se quedó atrás y repitió su mismo gesto.
-Una idiota enamorada.

Pídeme Que Te Quiera II. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora