Narrador omnisciente.
-¡¿Pero que tenemos aquí?!
El moreno soltó de su agarre a la castaña mientras que esta observó con sus cejas alzadas ante la sorpresa de aquella burlona e irónica voz que se hacía presente.
El samoano en tanto relajó su rostro al ya reconocer aquella burlona sonrisa perteneciente a aquel viejo rostro ya conocido.-¡Deano! - habló emocionado.
Era él, un contento castaño quien hacía ingreso a su nueva casa con un par de maletas y su flamante morena a un lado quien miraba atónita a sus mejores amigos.
-Vaya, vaya... ¿Has visto lo mismo que yo primor? - observó a la morena quien le asintió burlona.
La castaña por su parte rodó sus ojos.
-Era obvio que estaban juntos.-¿No me darán un abrazo, el par de tortolitos? - les reclamos burlón, siendo este el motivo para que el moreno se acercará a su amigo, mientras que la castaña le sonrió ruborizada.
-¡Amigo! - estrechó sus brazos con Ambrose. - Que gusto verte así.
-Me siento feliz hermano. - correspondió su abrazo mientras que acerco su boca al oído del moreno. - Yo, ya lo conseguí, ya soy feliz, ahora es tu turno Joseph, eres el último que falta.
El moreno no evitó sentir las palabras de Dean en su mente y es que era cierto, solo faltaban él y la castaña, algo que estaba pronto a ocurrir.
-Eres una perra. - afirmaba entre dientes la castaña al oído de su mejor amiga mientras la abrazaba. La morena por su parte sonrió burlona.
-No es nada amiguita. - ironizó, haciendo reír a la castaña.
-Te ves radiante... Estoy muy contenta por la decisión que has tomado.
-A veces en la vida hay que tomar decisiones, aunque eso cause mucho dolor en otras personas. - suspiro apenada. Sin embargo, nada de orgullosa me siento por lo que le hice a Sebastián.
-Te entiendo, pero ya olvídalo, sé que es triste pero nada obtendrás al sentirte así.
-Es cierto. - sonrió por lo bajo. Ese inepto. - observó a Dean tiernamente. Me ha hecho sentir los sentimientos más reales en mi vida, con decirte que fui a buscarlo al aeropuerto.
La castaña arrojó una gran carcajada llamando así la atención de los muchachos.
-Ya Mario me contó todo... Estás como para escribirte una novela en Wattpad.La morena al oír aquello le dio un leve empujón y de forma cariñosa y sonriente le respondió.
-Ya... no seas pesada.El castaño por su parte no dudo en molestar a la castaña.
-Hey castaña... ¿No me vas a saludar?
-Una patada debería darte. - ironizó burlona. Por la encerrona que nos hiciste.
ESTÁS LEYENDO
Pídeme Que Te Quiera II.
RomanceJoseph Anoa'i un magnate de las luchas, característica principal para haber tenido a muchas mujeres comiendo de su mano. Solía poseer dos polaridades una la más escondida en él, demostraba a un atento y amoroso padre de una preciosa niña, mientras...