Joseph Anoa'i un magnate de las luchas, característica principal para haber tenido a muchas mujeres comiendo de su mano.
Solía poseer dos polaridades una la más escondida en él, demostraba a un atento y amoroso padre de una preciosa niña, mientras...
-¿Cómo dormiremos? - preguntaba un sonriente moreno.
-Yo en la que era mi ex habitación, tu... - comenzó a observar la sala la castaña quedándose fija en un punto. Tu lo harás ahí. - apuntó burlona al sofá.
El samoano por su parte arrojó una burlona carcajada.
-¿No pretenderás hacerme pasar la noche en ese sofá?
-¿Entonces dónde? - respondió ella sabiendo ya el interés del moreno.
-A tu lado.
La castaña por su parte se sonrojo y rió.
-No te han dicho que dormir con una señorita no es apropiado.
-¿Por qué? Si es solo dormir. - le alzó una ceja, haciendo que la castaña aumentará el rosado de sus mejillas. Además es mucha cama para ti.
-Que pensará tu novia de ti Reigns...
-¿Por qué la tienes que recordar a cada momento? Además nadie le dirá. - respondió rápidamente el de raíces samoanas.
La castaña por su parte arrojó una burlona sonrisa y mientras rodaba sus ojos, le respondió.
-Trazaremos una línea al medio de la cama, a tu primera violación del límite estarás fuera.
Joseph rió y le asintió.
-¿Por qué debes ser tan ogra para todo? - se acercó a su cuerpo. Además, no te haré nada de lo que tu no quieras.
Ella por su parte moría de la vergüenza por dentro, pero nada de eso le demostraría, por lo que se situó muy desafiante en frente de él.
-Más te vale fortachón.... Más te vale. - termino de decirle para comenzar a subir las escaleras mientras que el moreno burlón la seguía.
Ya habían pasado unos minutos y ambos se encontraban a punto de acostarse, la castaña por su parte salió del baño en su típico y gracioso pijama de diversos colores, el cual no dejaba ver nada de su cuerpo pero sí lo marcaba a la perfección, en tanto el moreno solo estaba cubierto por un sexy pantalón de pijama dejando libre su gigante torso, mientras que su cabello lo tenía amarrado.
La castaña al verlo no evitó posar su vista más tiempo de lo que debía, ese tipo se veía perfecto en frente de ella entendiendo así el por qué le interesó apenas lo vio en aquel hospital.
-¿Qué tengo? - preguntó burlón a ver como ella lo observaba.
-Na... Nada. - balbuceo incómoda la castaña.
-A la primera que cruces la línea, te irás al sofá. - se burló de ella.
La castaña en tanto movió exageradamente su cabeza.
-No es divertido.
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