Hay Que Perdonar Y Perdonarse.

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Narrador omnisciente.

El samoano se encontraba sentado sobre una banca de la empresa con sus manos sobre su barbilla.

Pero que chica más complicada, ¿será que le dolía saber que él ahora estaba con Eva?. Pensó.
Sin embargo negó con su cabeza dos veces, necesitaba hablar con ella, aclarar todo, nunca quiso que su castaña pensara que él había jugado con ella, al contrario con ella sintió lo más real que ha podido experimentar desde que Galina se había ido, pero sabía que le iba a costar, ella podía ser una verdadera terca cuando se lo proponía.
En eso mientras estaba sumergido en pensamientos, sintió como alguien se sentaba a su lado, alzó su mirada esbozando una gran sonrisa y es que había reconocido a la perfección aquella cabellera castaña.

-¿Qué pasa Joseph Anoa'i? - preguntó en su típico tono burlón el desconocido.
-¡Dean! - aumento aún más su sonrisa y es que él había vuelto y de forma amigable.
-¡Joe! - Palmo suavemente su hombro.
Tu rostro de confusión se puede ver desde millas, dime ¿qué pasa?
El pelinegro arrojó un desilusionado suspiro.
Ten. - le entregó la cerveza que él estaba tomando.
Ninoska... ¿Has hablado con ella?
Joe al escuchar aquella directa pregunta arrugó su rostro tristemente.
-Intenté...-dijo entre sollozos. Pero no logre nada, tengo miedo, miedo a que todo acabe peor de lo que está...-tomó un leve silencio.
En la boda me sentí extraño, la última vez que estuvimos allí fue en una fiesta contigo y las chicas, no sé me pareció como si no conocía el sitio, Ambrose.
La gente era la misma pero estaban todos cambiados.

Dean a su lado lo oía atentamente, mientras que le afirmaba con su cabeza además de sonreírle dulcemente.
-Eso es el síndrome del campamento de verano.
El pelinegro no evitó hablarle entre risas.
-¿Qué? Es otra de tus teorías.
El castaño en tanto dejo la cerveza a un lado, ya que comenzaría a hablar con sus manos como siempre acostumbraba.
-Tu vas a un campamento...
Joe por su parte bufó hacia una lado risueño.
-¡Ya va!...
Sin embargo el castaño siguió con su discurso a su lado.
-Y lo pasas de puta madre... El mejor verano de tu vida. Vuelves a casa y te quedas pensando en volver, volver a repetir todo de nuevo, hacer todo mejor esta vez... - cambio su tono de voz por uno más bajo mientras desvío su mirada al suelo.
Entonces llega y todo a cambiado, los monitores, las chicas, tus compañeros están raros... son extraños ya.

El moreno lo observaba afirmado con su cabeza, cuanta razón tenía su amigo en aquel excelente ejemplo.

-Y caes... Los mejores años fueron esos, los mejores. - volvió su mirada a su amigo.
Y nunca se volverán a repetir.

Ambos se quedaron en silencio por unos cinco segundos, en esas simples palabras el castaño representó a la perfección lo que ambos sentían.
En tanto el pelinegro trago espeso y volvió a hablar.
-Vi a Ignacia... Esta hecha una belleza... No te olvida Dean.

El castaño en tanto volvió a tomar la cerveza que tenía a su lado y bebió un gran sorbo.
-Ella ya me ha olvidado Joe, ¿viste a aquel tipo que la acompaño en la boda?

-Ese que apenas ella tomaba en cuenta. - sonrió burlón. Ella está vuelta loca por ti Dean, vieras como te defendió al notarnos distanciados.
El castaño sonrió burlón y es que Ninoska también defendió a Joe, indicandole claramente que aún seguía enamorada del moreno, entendiendo lo mismo por parte de la morena y es que ese comentario tan ácido que arrojó respecto a las rubias, hizo clara alusión que le molesto que Alison, le acompañará.

-La volveré a enamorar, y esta vez no se irá, porque el día que coincida con el día de su vuelo, ese día estará tan enamorada y feliz a mi lado, que hará lo posible por quedarse. - observó a Joe de forma muy segura, mientra que el moreno no evitaba sonreír.

Pídeme Que Te Quiera II. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora