Te extraño demasiado bebé

117 8 3
                                    

Narrador omnisciente.

El castaño ya se encontraba haciendo ingreso a su casa, junto a su pequeño en su brazo derecho mientras que con el izquierdo sostenía de su bolsito.

De inmediato al entrar a casa pudo notar como una fina silueta se hacía presente, asustado intentó reconocerla, era Alison.

-¿Puedo saber qué es lo que pasa en la vida de mi chico? Para que se comparte como si no lo fuera...

El castaño en tanto, desconcertado y con su bebé aún en brazos, se acercó a ella, sin embargo iba muy seguro en su decisión.

-He tenido problemas, Ignacia... - su voz se entrecortó mientras que su respiración poco a poco comenzaba a aumentar su frecuencia ante el maldito recuerdo sobre la situación de su eterna chica.
-Disculpa.
Se disculpo, pero no por lo hecho sino porque estaba decidido a decirle que no había sido lo correcto haber iniciado una relación con ella, no cuando no la amaba ni mucho menos la amaría, es más ella no lo merecía, no cuando era tan buena y dulce a como Ignacia no creía, no la culpaba, sino que se culpaba a él mismo por ser un terco y enamorado castaño.
Sin embargo la rubia lejos de interpretar correctamente su disculpa estuvo, peor aún eso la hizo acercarse más a él para entregarle un apasionado beso, demostrandole que ya lo quería más de lo que él imaginaba.

-Tranquilo mi amor. - tomo con sus manos la cabecita del pequeño niño que dormía plácidamente.
Sé lo mucho que cuesta ser padre a distancia.

-No Alison, tu no lo entiendes, Ignacia... - bajo su ya humedecida mirada.
Ignacia ha tenido un terrible accidente.

La rubia en tanto ladeo su cabeza confusa.

-¿Qué le ha pasado?

Dean suspiró.
-Ha tenido un horrible accidente conduciendo, han sido horas terribles de angustia... Gracias a dios a despertado y eso nos ha permitido a los chicos y a mi venir a casa a dormir.

Alison no era tonta, y rápidamente se dio cuenta de la actitud del castaño, sabía que lo recientemente escuchado era preocupante pero Dean demostraba algo más que preocupación, sino que desesperación y angustia, algo que le comía la mente por dentro con dudas.

-Alison debemos hablar...
La entrecortada voz de Ambrose la quitó de sus pensamientos, sin embargo, ella sabía a lo que se debía eso, sabía que prontamente escucharía un "no eres tú, soy yo" o tal vez "si en otra oportunidad te hubiera conocido, quizás todo hubiera sido distinto".
Sabía que de la boca de Dean alguna hiriente y mala frase saldría, por lo que fue más astuta.

-Está bien, pero luego ya que ahora iré a prepararle el cuarto a este pequeño, para luego comer.

Con aquella frase, dejo a un culpable y dudoso Ambrose, quien no dudo en aceptar su respuesta, olvidandolo luego.

************************************

Ya cierta castaña llegaba hasta su cuarto, hoy había sido un duro y largo día, sin embargo no podía evitar dejar de pensar en aquel sucio comentario de Eva, sobre ella y Nicolás y es que se preguntaba una y otra vez si acaso, ¿había hecho lo correcto?

"No, para nada". - Era su enfadadísima consciencia, la cual más molesta no podía estar con ella.

"Debes darle un oportunidad". - respondió automáticamente la castaña rodando sus ojos.

"Tengo la necesidad de no perder jamás, quizás a veces suelo ser dura, pero lo hago por tí, para que seas feliz".

"Ya olvídalo y dale una oportunidad a Nicolás...".

Pídeme Que Te Quiera II. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora