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Lauren's POV

Cuando los rayos del sol iluminaron el rostro dormido de Camila al amanecer. Fue cuando me di cuenta de que había pasado toda la noche observándola dormir. En ese entonces, hubiera sido un buen momento para irme, dejarlo como un pequeño desliz o locura nocturna, pero su rostro era tan hermoso que no pude resistirme a quedarme un poco más. «Ahora me iré. Sólo un minuto más» me repetía pero el reloj dio vueltas mil veces y yo seguía ahí hipnotizada. Que Dios me perdone, pero esta chica tenía que ser un ángel y no lo sabía.

— No, no... El plátano... Caramelo. —Murmuró entonces ella en sueños. Evité una carcajada repentina que había escalado por mi garganta taponándome la boca con las manos. Sé que no podía verme ni oírme pero aún así la remota posibilidad de despertarla se me hacía desagradable. Era demasiado adorable.

Decidí marcharme de una vez por todas cuando, tres horas después, el despertador de su teléfono sonó. Sé que me hubiera quedado pero en cuanto escuché el agua caer, me tele-transporté inmediatamente con los mejillas ardiendo. Ver a Camila duchándose, la tentación de analizar su cuerpo desnudo era demasiado pecado para cometer. Se supone que no debería tener estos pensamientos. Demonios, necesitaba un respiro porque literalmente iba a perder mi integridad.

Ese mismo día había un acontecimiento político importante así me pareció el plan perfecto para distraerme un poco. Sabía que Alejandro Cabello estaría ahí pero no había pensando, no se me ocurriría en mil años, que ella iba a estar también en la celebración. Dios mío, parecía que Padre la pusiera constantemente en mi camino para que me tropezara con ella. ¿Era acaso una señal o parte de algún plan divino del que no tenía constancia o comprendía?

Durante todo el discurso del presidente de los Estados Unidos, al cual debería estar prestando atención, podía notar sus ojos observarme, expectantes. Y a veces, sólo cuando no podía resistirlo más, permitía mis iris verdes colisionar con los suyos haciéndome perder el aliento momentáneamente.

Maldita sea. No podía más.


Camila's POV

No fue hasta un par de semanas después cuanto tuve por fin la oportunidad de volver a escabullirme hasta el Jauregui's. No había sido fácil pero había convencido a Big Rob de aceptar dejarme un tiempo sola en el exterior. Con sola entendía miembros de seguridad camuflados entre la multitud. Pero bueno, era lo mejor que había podido negociar.

Durante todo ese tiempo, no había dejado de pensar en Lauren. Necesitaba saber si realmente era ella quien estaba entre los periodistas aquel día. Más que tener un simple crush con una chica bonita que estaba sentada en una terraza, me estaba obsesionando. Había algo en su comportamiento o en su aura, no lo sabía, que era un completo misterio y me estaba volviendo loca. Joder, ni con Hailee había estado así.

Y allí estaba pese a ser sábado por la tarde. Nada había cambiado en ella, seguía siendo indudablemente preciosa y sexy. Esto último le salía inconscientemente con gestos tan normales como pasarse el pelo por detrás de la oreja. Tenía que ser algún tipo de don si ninguna duda.

Tomé aire antes de acercarme. Me sentía igual o más nerviosa que la primera vez. Dinah y Ally se habían ofrecido a acompañarme para darme ánimos pero lo había rechazado. Tenía que hacer esto yo sola.

— Hola de nuevo. —Saludé con las mejores de mis sonrisas. Sólo me salían en momentos especiales como este.

Lauren levantó la vista de su libro sorprendida. Parecía un poco molesta porque la hubieran interrumpido pero cuando me vio, su ceño se relajó dulcificando el gesto de su rostro. Me devolvió una sonrisa increíble pintada en sus labios que nunca había visto antes.

Unsteady; CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora