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Apocalypse - Cigarettes After Sex

Lauren's POV

Siempre había sido la rebelde, la que se cuestionaba las normas y preguntaba el por qué, la que se quejaba si algo no le parecía bien ganándose miradas desaprobatorias del resto que quizás no comprendían o pensaban que yo era demasiado imprudente por hablar. Pero había ciertos límites que jamás había sobrepasado, leyes de la naturaleza con las que no debía jugar.

Supongo que mi rebeldía tenía un punto moral. No siempre hacía lo que quería y al carajo con las consecuencias. No, yo no era así. Dentro de mi carácter impulsivo había siempre un stop que me hacía reflexionar antes de actuar. Siempre.

Entonces, ¿qué demonios acababa de hacer? Acababa de cometer uno de los mayores pecados, inmiscuirme en lo que Padre había planeado para la pequeña Sofi.

Había venido a la Tierra para juzgar, para dar una última advertencia sobre su comportamiento destructivo. Sin embargo, había terminado enamorándome de una humana, una de esas leyes prohibidas que, hasta cierto punto, tenía perdón. Pero lo de ahora... Que Dios se apiade de mí.

¿Tenía miedo? Sí, porque lo que llegaría ahora era totalmente desconocido y eso siempre aterraba. Pero es que todo el miedo era eclipsado por la felicidad que sentía al haber realizado algo que deseaba, que salió de mí de forma natural. Quería a esa niña, quería salvarla y quería salvar con ella a su familia también. El dolor que me transmitía cada uno de los que estaban en esa habitación, la desolación, la rabia y tristeza... Yo también la sentía. Ni siquiera lo pensé, me salió hacerlo de forma inconsciente y hasta que me descubrí a mí misma cantando las últimas palabras, no fui consciente de lo que había hecho.

Y ahora estaba aquí, con mis alas brillando en aquel grande cuarto del hospital siendo observada por ocho mortales estupefactos. Las batí para darme seguridad, aún seguían siendo bastante preciosas. Una de las plumas voló hasta la causa de todo esto, deslizándose suavemente en el aire hasta llegar a la palma de la mano de la pequeña. Era como si el destino le estuviera diciendo: "sí, fue por ti".

¿Se iban a volver locos? Es lo que se supone que eso debía pasar, lo que nos dijeron que sucedería al mostrarnos ante ellos. Los observé en silencio, incómoda e incluso tímida, esperando una reacción que tardó unos minutos en llegar.

— Lauren... ¿Por qué brillas? —La pequeña Cabello se sentó en la cama frunciendo el ceño mientras paseaba la vista entre la pluma que sostenía y yo.

Supongo que los locos no eran ellos, si no yo. La locura que había cometido por amor. Ese pensamiento me hizo sonreír de forma triste según me acercaba despacio a la cama donde se encontraba Sofi.

— Porque puedo brillar. También hacer muchas cosas más y te las enseñaría, pero no creo que sea lo correcto, pequeña... —Le dije con voz dulce mientras el resto de las personas seguían hipnotizadas mirándome.

— ¿Pue- puedes volar...? —Inquirió tartamudeando según peleaba por quitarse los tubos de la nariz que parecían incomodarla.

Tomé la mano de la niña para que se detuviera, ganándome un par de gritos ahogados del resto. ¿Acaso tenían miedo de mí? Jamás haría daño a un humano, menos a Sofía.

— ¿Podrían ayudarla con eso, doctora? No quiero que se haga alguna herida o algo así. —Esbocé mi mejor sonrisa observándolos momentáneamente.

Los enfermeros se abalanzaron rápidamente sobre la cama para hacer lo que les había pedido y no sabía si lo hacían por deseo o por miedo a mí. Eso me resultó demasiado desagradable, la idea de espantar a gente que me importaba, así que volví a la forma de Lauren humana que todos conocían aunque eso no pareció calmar a nadie.

Unsteady; CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora