Unsteady; CAMREN

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¡Capítulo sorpresa! Disfrútenlo <3

Lauren's POV

Me dio un ataque de tos por dos razones: me había ahogado con el agua y con lo que acababa de decir Camila. Ella me observó en silencio sin variar su gesto inexpresivo. Supongo que una parte de mí esperaba que se riera para así aliviar la tensión que se había instalado en el ambiente. No lo hizo.

— Yo sólo... —Intenté decir algo cuando me recuperé un poco pero las palabras no salían debido al desconcierto con el que me había quedado tras su inesperada pregunta. Cerré la boca porque llevaba abierta demasiado tiempo sin decir nada.

— ¿Sabes qué, Lauren? No digas nada. —Soltó el trozo de pizza que se estaba comiendo con asco.

Observé cómo se limpiaba los dedos con una servilleta, abría su bolso y sacaba un par de dólares de su cartera. La miré en silencio recoger sus cosas. Se iba a ir y no quería. «¡Haz algo, di algo, por el amor de Dios!» gritaba en mi mente. ¿Pero cómo podía hacerle saber que yo siempre había sabido la verdad? Diablos, todo el universo sabía quién era Camila Cabello. No entendía por qué se estaba enfadado de esta forma.

— Debería haberlo visto venir antes. Nunca me has preguntado por mi padre o mi familia. Es como si supieras todo lo que necesitas saber ya —Su tono estaba cargado de amargura. Todo en sus gestos, en su cara, me hacían ver que estaba dolida—. ¿Qué quieres? ¿Dinero? ¿Fama porque te han visto conmigo?

Resopló al ver que seguía mirándola en silencio. Ni siquiera me había molestado su comentario porque tenía parte de verdad. No quería fama o dinero pero sí acercarme a su familia lo suficiente como para saber si su padre era el hombre adecuado para ayudarme a tomar una decisión. Mi cuerpo esperó a verla levantarse para reaccionar. La agarré de la mano, era la primera vez que hacía algo así desde que había llegado a la Tierra.

— No te dije nada porque esa no es esa la Camila que quiero conocer. No quiero estar con la persona famosa con acceso VIP a cualquier lugar, no deseo ir a comer a un restaurante de lujo con la hija del presidente o escuchar cómo habla de temas políticos sin decir realmente lo que piensa...—La castaña había vuelto a sentarse lentamente a mi lado según escuchaba mi voz hablar. No podía quitar mis ojos de los suyos. Necesitaba que lo comprendiera— Me interesa ver a la persona real, no la que quieren que seas. La Camila que tiene frío mirando las estrellas sentada en un banco delante del río Potomac, la Camila que se ríe por mi torpeza con el iPhone, la Camila humana que me llama llorando.

Todo lo que acababa de decirle era en parte cierto. La conocí pensando que era alguien cualquiera, me encapriché por razones que aún desconocía y la seguí. Al hacerlo descubrí quién era y decidí aprovecharme de su posición para beneficiar mi trabajo divino. Pero, siendo sincera conmigo misma, ¿qué había obtenido que sirviera para mi Juicio Final al acercarme Camila? Nada, absolutamente nada. Sin embargo aquí seguía, con la cabeza en cualquier parte menos en donde debería estar. Porque no podía verla como a un mortal más que debía a usar, no veía a la hija del presidente que posaba para las cámara sonriente. Por mucho que lo intentara, para mí era la pequeña belleza efímera que necesitaba arreglar. Al fin y al cabo, los ángeles éramos seres de luz que hacían el bien. Reparar a alguien así lo era.

— Lo siento. Por insinuar que querías algo de mí, digo. Estoy tan acostumbrada a que me utilicen que realmente creo que todas las personas que conozco sólo se acercan a mí para eso. —Se disculpó acariciándome el brazo con suavidad. Sus ojos chocolate no se habían apartado desde los míos desde que yo misma los busqué al hablarle.

— Está bien. No me pidas perdón, no hace falta. Entiendo tu reacción perfectamente. —Respondí con una sonrisa, intentando ignorar a aquella vocecita en mi cabeza que me decía que yo también la había manipulado.