Unsteady; CAMREN

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Die Trying - Michl

Lauren's POV

La primera Navidad de mi existencia terminó conmigo durmiendo en uno de los cientos cuartos de invitados, olvidando todo aquello de lo que debería estar encargándome. Era algo inconsciente que apenas recordé por la mañana, cuando las primeras luces del amanecer entraban por la ventana.

— Dios... —Gruñí trillándome los ojos según estiraba el brazo para alcanzar mi iPhone sobre la mesa de noche.

8:03 de la mañana y tenía ya tres mensajes. Santa mierda, ¿no sabían hacer nada por sí mismos? Tecleé varias órdenes rápidas antes de llamar a la segunda persona al cargo. Era gracioso llamarnos cuando podíamos hablar mentalmente pero era raro estar mirando a la nada varios minutos, ¿qué pensaría un humano?

— Laur, buenos días.

— Dios, menos mal que tú no me has dicho "mi Señora" también —Comenté aliviada escuchando a Normani reírse al otro lado de la línea—.  No soporto esos formalismos.

— Son consecuencias de dirigir tu propia rebelión. Nuestros hermanos comienzan a admirarte y a verte como su próxima líder.

Me revolví en la cama dirigiendo mi vista hacia la ventana. La claridad del día era evidente aunque no se veía el sol, todo el cielo estaba nublado y parecía anunciar una mañana de Navidad algo tormentosa. Pensando en las ultimas palabras de mi hermana, solté un bostezo.

— No pienso renunciar a mis camisetas de Lana del Rey porque ahora todos esperen que sea la nueva Gabriel. —Fui sincera al sentarme en la cama sacudiéndome el pelo con la mano izquierda para peinarlo un poco.

— Creo que el objetivo de todo esto es que seas todo lo opuesto a Gabriel, hermana —Sonreí ante su comentario porque tenía razón—. ¿Has avisado al resto?

Me puse en pie para abrir la ventana y asomarme, respirando el aire gélido de primera hora de la mañana según cerraba los párpados un instante antes de abrirlos. La piel se me erizó pero era una sensación maravillosa.

— No. No sé si debería hacerlo, Mani... No creo que sea la mejor decisión.

— Habíamos acordado que no habría secretos entre nosotros... —La escuché suspirar al otro lado de la línea— Te vuelvo a recordar que luchamos por no ser Gabriel.

— ¿Ha ido a peor? —Pregunté súbitamente cambiando de tema ganándome un silencio por su parte, pero decidí insistir— Normani, ¿ha ido a peor?

— Sí. —Su respuesta llegó segundos después con voz dura, cargada de dolor.

Bajé la cabeza al escuchar lo que temía, sintiéndome triste ante esa rotunda confirmación. Eché hacia atrás mi pelo mientras me daba la vuelta, apoyando la parte baja de mi espalda en la pared antes del hueco de la ventana.

— Joder, joder... —Maldije sin saber qué más decirle. No se me daban bien estas cosas.

— Irá a peor y lo sabes.

— Sí...

— No sé cuánto podremos retenerlo. Siento que algo va a pasar... —Comentó angustiada generando un silencio en la llamada que expresaba demasiado— He de colgar. Yo... Ne-necesito salir a correr para despejarme un poco.

— Va, ve a relajarte. Te lo mereces.

— Y, ¿Laur?

— ¿Qué pasa?

— Te quiero.

Tomé aire un instante, sorprendida, pero fue casi un acto reflejo contestarle que yo también. Porque era la más pura verdad.