Capítulo 39: "Llegó la hora"

81 7 0
                                    

Sheryl:

No se de cuando llegó.

Solo se que de repente un puñetazo fue acertado justo en la parte derecha de la cara de  Maxel.

Tan fuerte que causo caiga al piso dejando así mi cuerpo libre.

Levante la cabeza y lo que vi me dejo petrificada, un escalofrío recorrió mi cuerpo de pies a cabeza al ver el rostro furioso de Sander, me asustaba, jamas lo había visto así, ni siquiera me miraba toda su atención estaba puesta en Maxel, a quien miraba como el peor de los seres, la lacra mas vil, sus ojos grises oscurecieron varios tonos a tal punto que parecían casi negros. Su ceño fruncido ocasionaba arrugas en su frente, me preocupaba que se rompiera un diente de tan fuerte que apretaba la mandíbula, su postura erguida y alerta mostraba que estaba conteniéndose. Su torso subía y bajaba rápidamente de acuerdo con su respiración, apretaba los puños a su costado con tanta fuerza que comenzaron a tornarse blancos.

Mire a Maxel quien se revolcaba en el piso balbuceando palabras que por podía entender, mientras se tocaba el labio que Sander le había roto y ahora no paran de sangrar.

Maxel se trato de levantar y ahí fue cuando vino el segundo golpe, Sander le dio un patada certera en el estómago haciendo que volviera a caer.

Pegue un grito asustado del susto, fue ahí cuando Sander volteo a mirarme y sus gestos se suavizaron, fue justo ahí donde comenzó el verdadero caos.

No me di cuenta que Maxel se había levantado hasta que el primer golpe hacia Sander llegó, le había pegado con el puño en el estomago y Sander calló al suelo. Maxel aprovecho el momento de debilidad para lanzarse encima de el  y agarrar a puñetazos su cara.

Comenzó a gritar Con todas mis fuerzas pidiendo ayuda, aunque supiera que no había nadie que me escuchara.

-!!YA BASTA, DEJALO EN PAZ!!– pedía entre sollozos a Maxel que seguía golpeando a Sander sin piedad.

De pronto Sander volteó, invirtiendo la situación ahora era Maxel quien recibía los golpes.

Sander golpeo su mandíbula tan fuerte que provocó que comenzará a salir sangre.
Maxel lo agarró del cuello provocando la obstrucción del aire, pero aun así Sander no dejan de golpearlo, el rostro de ambos estaba bañado en sangre.

-!!NO TE LA VUELVAS A TOCAR IMBÉCIL!!– grito Sander como pudo ya que sus manos seguían en su cuello.

-!!¿LA QUIERES PARA TI SOLO?!!– rió sarcásticamente a pesar del estado en el que se encontraba, lo que provocó que la rabia de Sander aumentaba– !! ESA PUTA QUE TIENES CONO NOVIA YA HA SIDO MÍA, YO LA HE DISFRUTADO TODO LO QUE HE QUERIDO, PRIMERO ESTUVE YO, ¿CREÍAS QUE SERIAS EL PRIMERO?, MUY TARDE ELLA ES...

Sander se levanto del suelo soltándose de sus manos y sin darle tiempo a decir nada más lo pateo, lo pateo con todas las fuerza  que tenía, mientras blasfemaba hacia el.

Las lágrimas ardían en mis ojos y mis gritos se debían de escuchar en toda la casa.

A lo primero el Maxel se revolcaba del dolor y gritaba que era un maldito y yo un puta. Luego de unos minutos dejo de moverse y la preocupación invadió mis venas.

Salté de la cama y corrí hacia Sander sin importarme que estaba semidesnuda. Lo agarre del brazo y tiré de el para que dejara de patearlo pero como era de esperarse mi fuerza no era nada comparada con la suya, ni siquiera logre que volteara a mirarme.

-!!LO VAS A MATAR!!– ya no sabía si me estaba ignorando o estaba segado por la rabia– !!SANDER YA BASTA!!– siguió pateándolo son piedad.

Ya el cuerpo de Maxel no reaccionaba, temía lo peor, mis lágrimas no dejaban de caer como si de gotas de lluvia se trataran.

-!!MALDITA SEA, DETENTE LO VAS A MATAR!!

En ese justo momento la puerta se abre de golpe golpeando fuertemente la pared.

Mi papá y Daniel por un momento se quedaron pasmados al ver la escena pero luego corrieron a ayudarme.

Daniel me agarró el edredón y me envolvió en el, sin decir una palabra me tomo por la cintura y me dirigió hacia la puesta.

-no, no puedo dejarlo solo– dije entre llanto, señalando a Sander.

Daniel apretó su agarre y dijo

-tranquila vamos a ponerte ropa y me explicase que está pasando.

Antes de salir, miré hacia atrás y vi como papá agarraba a Sander de los hombro y le susurraba algo que no alcance a entender.

Luego mire hacia el piso donde yacía Maxel, el cual creía estaba inconsciente, abrió los ojos con dificultad y me miró con odio y desprecio.

Antes de doblar la puerta solo pude ver su sonrisa sínica que decía: "esto no ha terminado"

~•~•~•~•~•~•~•~•

Ha pasado una hora desde aquel episodio.

No he salido de mi habitación gracias a que mi tío no me lo ha permitido.

Prácticamente me obligo a darme un ducha y cambiarme.

No paraba de dar vueltas por toda la habitación soltando lágrimas silenciosas y suplicando que Sander esté bien, necesitaba verlo pero no podía.

Daniel no paraba de mirarme, en sus ojos se podían ver mil y una pregunta que no se atrevía a decirme y que estoy segura no podría contestar.

Hace diez minutos llegó una patrulla de policía y una ambulancia. Por la ventana pude ver cono la ambulancia se llevaba a Maxel en una camilla acompañados de un oficial.

Pero la patrulla aun seguía en casa y no se porque eso me ponía aun más nerviosa.

-Sheryl...– comenzó Daniel y lo pare en seco mirándolo a los ojos.

-No, aun no estoy lista para contestar tus preguntas– asintió lentamente y sentó a orillas de  mi cama son dejar de mirarme, me acerque nuevamente a la ventana y pude observar como un policía le daba la mano a mi padre para después irse con otros policías.

Veía como los autos de alejaban, mientras yo seguía sumergida en mis pensamientos hasta que la puerta se abrió haciendo que los dejara se lado un momento.

Al voltear me encontré con la fuerte imagen de Sander.

Su ropa estaba balada en sangré, tenia el ojo izquierdo rojo, casi tornándose morado y apenas lo podía abrir y de su labio partido aun brotaban gotas de sangre.

Daniel se paró, no sin antes darme una mirada de animo junto con una sonrisa, salió cerrando la puerta dejandome a solas con Sander.

Éste me miró con intriga y sufrimiento, pero ya no veía a ese chico salvaje, sino a mi chico.

Soltó un largo suspiró  sin apartar ma vista.

-Tenemos que hablar– dijo, me guarde todos mis miedos.

Ya era hora.

*******************

Lo se últimamente he estado actualizando muy lento, pero es que les dije que mi escuela era fuerte ¿se lo tomaron a broma verdad?

Pues no, no era broma.

Pero saque un tiempo para terminar este capítulo que ta había comenzado.

Voy a tratar de no volver a tardar tanto, pero ya están advertidos.

LOS AMODORO

Tuviste que Ser Tú [CORRIGIENDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora