Capítulo 49: "Todo va a estar bien"

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Sander

-¿Qué?

La cara de mi hermano refleja profunda confusión.

-Perdoname hermano- permití que una lágrima escapara de mis ojos- perdoname por haberte abandonado.

En sus ojos se apreciaba la duda acerca de mis palabras.

-Sé que te fallé- di un paso hacia él- pero debes entenderme.

Su respuesta fue una fuerte carcajada desbordada en incredulidad, pero no me detuve, al contrario, alcé la voz para que me escuchara.

-Debes entender que tu también me fallaste a mi.

-Esta conversación es ridícula.

-No sé qué me juzgas- continúe sin importar sus palabras- nunca te importó lo que me pasara.

-¿y ahora qué idiotez estás hablando?

-Siempre me exponias a tus negocios sucios- frunció el ceño- te importaba una mierda que en una de tus persecuciones saliera lastimado.

-Eso no es cierto.

-¿Cuántas veces me hiciste ir a buscarte fingiendo que estabas en peligro solo para jugame una bomroma pesada?

Abre y cierra la boca, pero al parecer las palabras se quedan atrabancadas.

-No lo sabes, verdad- más que una pregunta fue una afirmación- No lo sabes porque lo hiciste tantas veces que perdiste la cuenta.

-Esto no tiene nada que ver- podía ver su pecho subir y bajar varias veces.

Conociéndolo como lo conozco es un indicio de que se está sintiendo presionado.

-Tiene todo que ver- cerré el espacio entre nosotros colocando cara a cara con Shery en medio- un día simplemente me cansé, no te iba a dejar manipularme por siempre, ese día llegué a mi límite y no me puedes juzgar por eso.

En este momento podría pasar una mosca y escuchariamos el zumbido perfectamente gracias a pulcro silencio.

Santiago me miraba fijamente a los ojos sin pestañear.

Podía sentír el rápido martillar de mi corazón, por la adrenalina que siento en este momento, por los sentimientos liberados y por el nerviosismo que trataba a toda costa de ocultar para no perder la poca dignidad que me quedaba.

Malholiente y desgarrado, en pocas palabras había dicho lo que pensaba desde el momento que supe el verdadero rumbo que tubo la vida de hombre parado frente a mi, pero aún me faltaba algo por decir.

-Y lo siento- él tragó rápidamente realzando su nuez de Adam- aunque no me creas, siento mucho lo que te pasó porque eres mi hermano y te he extrañado mucho todos estos años. Pero no me culpo, no tengo la culpa de tus acciones, nadie ajeno a ti la tiene. Te pido perdón por haber esto ahí para ti, pero la culpa es solo tuya.

Todo estaba dicho.

Todas mis cartas estaban sobre la mesa, solo falta ver cual será su respuesta a mi jugada.

De reojo observé a Sheryl, cuyas lágrimas cesado, solo es paraba impacientemente la reacción.

Como si hubiésemos vuelto a la realidad se volvieron a escuchar los sollozos de Randery, aún abrazada al cuerpo (tal vez muerto) de Tyler.

Poco a poco, sorprendiendonos a todos alejó el arma de la cabeza de sheryl dejándola a un costado.

-¿Qué diablos se supone que estas haciendo?

Tuviste que Ser Tú [CORRIGIENDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora