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-¡Hora de cazar!

-El diablo se apodero de esta región.

Thomas como el resto de los hombres subió al bote para cazar a las ballenas. El no tenia idea de cuanta verdad iba a haber en las palabras del primer oficial.

La primera señal de alarma que se despertó en Thomas ocurrió cuando la ballena había mordido su remo.

Después el verdadero golpe llego.

La cola de la ballena había volteado el bote, dejando a todos en el mar. Luego esta volvió a dar otro con la cola, esta vez a manera de mojar un poco mas a los hombres –si es que fuera posible-.

Después de recuperarse un poco, todos nadaron de vuelta al vote con la intención de voltearlo y regresar al barco para hacer las reparaciones necesarias.

Después de haber regresado al bote, remado y llegado al barco, el oficial Chase se dispuso a reparar el bote.

Tom podía escuchar con perfecta claridad los golpes del martillo contra la madera, uno, dos tres, uno, dos, tres; después solo sintió lo mismo que todos, el barco de movió de manera brusca, provocando que la mayoría de los hombres se cayeran.

-¿Que fue eso señor Lawrence.

-¡Señor Chase!

El primer oficial desaprecio de la cubierta junto con el señor Lawrence.

Un golpe más, pero esta vez más fuerte, el barco se balanceaba de un lado a otro, como una pequeña bolita dentro de un vaso.

-¡¿Donde está?!- el señor Chase se veía molesto, demasiado molesto, sin embargo esa sensación estaba mezclada con la sorpresa, y tal vez con un poco de miedo.

-¡Proa, a babor!

Thomas no podía creer lo que sus ojos veían, una ballena de gigantes proporciones era la que estaba tratando derribarlos.

-Quiero el arpón más grande que tengamos. ¿Quiere pelear?- el primer oficial camino por parte de la cubierta, y una vez que los arpones ya estaban en el suelo, el los amarro todos juntos con la intención de crear un mucho mas grande.

-Jamas vi a una ballena hacer eso.- el señor Ramsdell se oía atemorizado, el se había atrevido a decir lo que los demás hombres solo pensaban.

-Señor Lawrence el timón, señor Ramsdell ate el otro extremo de la línea al palo del trinquete, en tanto este con vida, es mía.

Thomas estaba aterrado, nunca se había sentido mas asustado en su vida, estaba completamente empapado, y se estaba agarrado a un mástil del barco, a duras penas podía mantener un poco de calma, sin embargo logro sentir un poco de tranquilidad cuando sintió que una mano le tocaba el hombro.

-Tommy, ¿que esta pasando?

En ese momento Thomas experimento un miedo mayor.

Lizzie estaba aterrada,tenia los ojos llorosos y las manos le temblaban. Estaba sola arriba de ese barco, el señor Joy seguía a bordo de uno de los botes en el mar, nadie figuraba en su presencia, solo el. Thomas no lo sabia, pero esa seria la primera vez en que el se olvidaría de sus sentimientos para preocuparse de los de ella.

-Nada de lo que debas de preocuparte, es solo parte de la cacería.- el le dedico una sonrisa en un intento de sonar mas convincente, pero al parecer no sirvió, pues la cara de terror de Lizzie no había cambiado en lo absoluto.

El señor Chase tomo el arpón en sus manos y se subió a la madera, al dar su tiro dio en el blanco, pero eso no detuvo a la ballena.

Está siguió su rumbo al barco y le dio un fuerte impacto con su cola, sin embargo eso no fue lo peor, está decidió hundirse y llevar con ella la línea, su fuerza elevó el ancla y comenzó a jalarla a través de todo el barco, está estaba rompiedo todo a su paso.

-¡Corten la línea!

Thomas al ver el ancla acercarse, atrajo a Lizzie hacia el e hizo que ambos cayeran de costado sobre la cubierta.

 La orden de cortar la linea se había dado demasiado tarde, pues esta, junto a la fuerza de la ballena logro romper un mastil, este ultimo junto con la vela atravesaron toda la cubierta, llevándose consigo a cualquiera que se encontrara en esta, Thomas pudo divisar como el oficial Chase se arrojaba encima de un hombre para caer en la escotilla y evitar que el mastil o la vela los golpeara. Sin embargo Thomas no corrió con la misma suerte, pues el solo tuvo tiempo para arrojar a Lizzie lejos para que nada la golpeara, el por su parte termino envuelto entre la gran vela blanca y cayó al mar.

-¡THOMAS!


En el corazón de mi tormenta || Fanfiction de Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora