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Cuando Thomas se despertó por un momento creyó que el hundimiento del Essex había sido solo un mal sueño, aunque ese momento no duro mucho.

Los rayos del sol lo habían despertado.

Era verdad que este a penas estaba saliendo, y eso hacía que los rayos aun no fueron tan intensos, pero si resultaban muy molestos.

Sin embargo, su preocupación por el sol se esfumo cuando no sintió ningún peso en sus piernas, Lizzie ya no estaba recargada en ellas.

-Buenos días Tommy.-estaba sentada a su lado y se tapaba levemente la cara, era obvio que a ella también le había molestado los rayos del sol.

-Aunque, creo que en vista de las circunstancias solo son días, ¿no te parece?-le dedico una sonrisa triste. 

Fue cuando Thomas recordó la promesa que se había hecho a si mismo la noche anterior.

-Siempre son buenos días si tu estas en ellos.-le sonrió, pero no notó ninguna respuesta positiva por parte de la chica.

-¿Por qué ayer no subiste a los botes?

-Tommy, -apartó las manos de su cara.- estoy en un bote por si no te has dado cuenta.- <<Bueno al menos ya no esta tan depresiva.>> 

-Creo que sabes a que me refiero.- Lizzie miro las tablas que funcionaban como asientos por un segundo para después ver a Thomas.

-Volví por algo.

-¿Arriesgaste tu vida por algo material?, ¿En qué estabas pensando?- Lizzie agacho la cabeza y soltó una leve risa, acto seguido llevo sus manos a su cuello y tomo la cadena que colgaba de este. En cuanto se la quito se la extendió a Thomas.

Era el camafeo que el le había regalado para su cumpleaños.

-Se que puede sonar tonto pero, naufragamos y...quiero conservar una parte de los buenos momentos que viví arriba de ese barco. Este camafeo me recuerda el mejor de ellos de hecho.

-¿Y...cuál es ese?- Thomas podía imaginarse la respuesta, pero, tal como lo había dicho ella, habían naufragado, así que debían conservar buenos recuerdos.

-Mi primer beso.-Lizzie no lo miro cuando lo dijo, de hecho su voz fue casi imperceptible.

-¿Lizzie?-la chica lo miro aunque no directamente a los ojos.

-¿Si?-Thomas se acerco lentamente a ella y unió sus labios con los de ella. Intento que fuera los mas tierno posible, pero la verdad es que no tenía ni la mas remota idea de como hacerlo. Fue muy poco lo que duro, pero fue mas en comparación con la vez anterior, ademas, en esta ocasión, ella no huiría.

Sus frentes seguían pegadas, y los ojos de ambos cerrados.

Sus labios se volvieron a unir, cuando Lizzie se acerco mas a el. Esta vez ambos intentaron abrir un poco mas sus bocas y procurar que el roce de sus labios fuera mas tardado. <<Eso es un beso de verdad.>>

-No vuelvas a hacer algo como eso, por favor.

-¿Cómo que?

-Arriesgar tu vida.

-Ya te dije porque lo hice.

-Y lo entiendo, pero, es solo un collar, puedo comprarte más.

-Tommy, estamos en medio del océano.- separaron sus frente y abrieron los ojos. Thomas aparto un mecho de pelo de la cara de Lizzie y lo acomodo detras de su oreja.

-Hablo de cuando volvamos a casa.

-Si es que volvemos a casa.

-Volveremos.

-No lo sabes.-los ojos de Lizzie comenzaron a llenarse de lagrimas, y unas cuentas empezaron a caer por sus mejillas. Thomas las limpio con su mano.

-Tal vez, pero se que, si estamos juntos todo estará bien.- el le sonrió.

- Ven aquí.-Thomas le indico con un movimiento de cabeza que se acercara, acto seguido, la envolvió en un cálido abrazo.

-¿Me prometes que estaremos bien?

-Te lo prometo.

Si tan solo Thomas hubiera sabido que rompería esa promesa, nunca la hubiera hecho.

En el corazón de mi tormenta || Fanfiction de Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora