El señor Chase desplazo la tapa de madera para poder tomar una de las galletas que se encontraban dentro de la caja. Todos los hombres lo miraban atentos mientras partía esto en ocho partes en un recipiente de metal.
A pesar de las circunstancias Thomas no podía evitar pensar que parecían perros hambrientos, aunque tal vez lo fueran.
-Pasalas.
El primero en recibir el recipiente fue Thomas, quien después de tomar su parte se lo tendió a Lizzie, ella repitió el mismo paso, hasta que el recipiente llego de nuevo a manos del señor Chase.
-Gracias señor.
Justo cuando el primer oficial iba a darle una mordida al pedazo de galleta el señor Bond habló.
-Te agradecemos señor, por esta comida...
-Lo siento.
El señor Chase se retiro la galleta de la boca.
-Por la vida, la salud y cada bendición, que todo bien a nuestras almas se...
-¡Tierra!
-¿Qué?
-¡TIERRA!
Inmediatamente todos en el bote se pararon observando que lo que había dicho el señor Ray era cierto,se podía ver a una distancia no muy lejana una isla.
-¡TIERRA!, ¡TIERRA!, ¡TIERRA!, ¡TIERRA!, ¡TIERRA!, ¡TIERRA!
-¡Señores a remar!, ¡A remar!
-¡Remen ahora!, ¡Remen!
-¡Yo la vi señor Chase!
El capitán Pollard comenzó a gritar, acto seguido todos los hombres comenzaron a hacerlo, sin embargo la felicidad que los había embargado en ese instante duro solo segundos.
-Deténgase, ¡deténganse!, ¡deténganse!
El señor Chase tomo uno de los arpones y comenzó a prepararlo.
-¡Oigan!
-Señor Chase ¿que sucede?, ¡Señor Chase!, ¡¿Qué demonios pasa?!, ¡¿Por qué nos detenemos?!
-¡Estuvo persiguiéndonos!
-¿Qué pasa?
-¿De qué esta hablando?
-¡No hay nada ahí señor Chase, no hay nada ahí señor!
-Señor, ¿qué esta haciendo?
Thomas se puso al lado del primer oficial, tratando de ver que era de lo que estaba hablando, pero la verdad es que no lograba divisar nada. De pronto lo siguiente que todos vieron fue como la ballena salia del mar y volcaba el bote del capitán Pollard.
-¡Sujetense!
La ballena arraso con todo el bote, los hombres volaron por los aires y cayeron al agua de forma violenta. Thomas inmediatamente se giro a ver a Lizzie la cual no podía hacer nada mas que ver la escena petrificada.
-Dame tu mano.
-¿Que?
La chica ni siquiera lo volteo a ver, estaba perdida por el miedo.
-Lizzie...
Sin embargo antes de que Thomas dijera algo más la inmensa cola golpeo el bote del segundo oficial.
-¡Matthew!
Thomas se dio cuenta de que el próximo golpe iba a su bote, así que enredo sus manos alrededor del cuerpo de Lizzie, de esta manera se aseguraría de que saliera a flote cuando el bote se volteara.
-¿Donde está?
Como si la ballena respondiera a la pregunta del señor Chase, esta apareció por debajo del bote, elevándolo por los aires para después dejarlo caer abruptamente en el mar.
Thomas sintió el golpe del agua por todo su cuerpo, sin embargo en ningún momento soltó a Lizzie, cuando cayeron al agua la chica aparto los brazos de Thomas de su cuerpo y le indico que nadaran a la superficie, a diferencia de muchos otros ellos habían corrido con suerte, pues nada los había golpeado.
Al llegar a la superfiecie ambos se agarraron del bote, el cual a pesar de estar al reves aun se mantenía a flote.
-¡Matthew!, ¿Thomas tengo que encontrar a Matthew?
-Lizzie...
-Thomas tengo que encontrarlo, yo tengo que...
-¡Lizzie!, escuchame tenemos que llegar a la isla.
-No puedo dejarlo.
Lizzie se giro con la intención de alejarse, pero Thomas la tomo del brazo y la obligo a sostenerse de nuevo del bote.
-Lizzie yo no puedo perderte.
La chica no se movió, solo lo miro fijamente.
-Por favor, vamos a la isla, el ya debe de haber nadado a ella.
-Tommy...
-Por favor.
Thomas tomo su mano y la acaricio dulcemente, un gesto bastante reconfortante. Finalmente Lizzie asintió con la cabeza y se soltó del bote para nadar en dirección hacia la isla, Thomas iba detrás de ella.
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En el corazón de mi tormenta || Fanfiction de Tom Holland
FanfictionEl joven escritor Herman Melville entrevista al último sobreviviente del Ballenero Essex,Thomas Nickerson, acerca de su historia ocurrida hace 35 años, aunque en un principio se niega a dar la entrevista, su esposa lo hace recapacitar y logra que le...