Las madres ocupan un lugar muy importante y todos estos años no tener a la mía físicamente conmigo todo el tiempo me ha enseñado mucho y en algún momento me ha hecho arrepentirme de muchos de mis actos pasados...
Ya se ha hecho evidente que me hace mucha falta, aunque no lo exprese, el separarme involuntariamente pero necesariamente de mi madre ha sido difícil para mí pero lo importante es lo que he aprendido sin ella; estar sin ti me enseñó a ser incondicional como tú lo eres, y que no encontrare tu amor en otros brazos porque eres única en mi vida, pero también aprendí que aunque nadie te remplace Dios siempre está conmigo y manda ángeles disfrazados de personas cuando necesito un abrazo, cuando necesito un café que me recuerde a ti y me haga sentirte cerca o simplemente para compartir un silencio que explique la falta que me has hecho.
Cuando nos separamos pensé que no estaba preparada para estar sin ti, y así era, no lo estaba, pero Dios así lo decidió exactamente por la misma razón; para prepararme para estar sin ti, porque no toda la vida íbamos a estar juntas, nunca pensé que desde aquel día no íbamos a compartir más como acostumbrábamos a hacerlo desde que Dios me depósito en tu vientre y me conecto contigo con ese lazo invisible que nunca nadie romperá, desde la primera vez que te vi que aunque no lo recuerdo sé que tú sí, aquel día cuando prometiste siempre estar conmigo, cuando me tomaste de la mano y empezamos a caminar juntas, la confianza de contarnos todo y las personas que no aceptaban que fueras más mi amiga que mi madre y que nos intentaron separar pero continuamos unidas, los cafés que compartimos felices y los silencios en medio de las pruebas que nos unieron más... Hoy estoy preparada para continuar sin ti físicamente porque siempre te tendré en mi corazón y buscaré la forma de estar contigo porque un día contigo para mí vale mucho más de lo que imaginas. Tú mi familia que aunque pequeña me enseñaste que era suficiente, porque 2 personas son suficiente para conformarla.❤️