La visita de la Thatcher(o "el vahído de la vieja dama")
Las especulaciones sobre el desmayo de la Thatcher en Chile recorrieron el mundopor las pantallas con su desfallecimiento en tres tiempos, mientras arengaba a los tigres yfaisanes de plumas regias. Pura estirpe económica aplaudiendo a nuestra señora del metal:la virgen iceberg bajando del Olimpo british hasta nuestra precaria monarquía sudaca.Lo cierto es que Margaret, la isleña, se fue de bruces parando las patas frente a lascámaras. Y poco faltó para que viéramos sus blondas íntimas, sus encajes blindados con elalmidón fálico que se tomó las Malvinas. Quizás a la Tachi el colesterol le jugó una malapasada, cuando a los 70 años se sigue creyendo el Rambo gurka, la super woman de laestrategia bélica que de un paraguazo repuso la soberanía colonialista en el peladero heladode las islas. "Total la señora tiene carácter, es regia y mira con unos ojos celestes como elmanto de la virgen", dijo una dama que la vio de cerca en el Cambridge College, entre lasbanderitas que agitaban los querubines albinacarados de la infancia cuica. "Se ve tan softencorsetada en el traje sastre que no lo deja ni para dormir". Pero podrá pegar los ojos estaesfinge de hielo que se derrite agotada de tanto vocear las glorias del capitalismo. ¿Seráesta anciana la misma lady de hierro, que en los ochenta, junto a otros jerarcas de lamodernidad post derecha, giraron el vaivén progresista del mundo? ¿O será un doble?, elmás fatigado que mandan a Latinoamérica para recordarnos que somos los indios más cult,las cinco plumas del Hyatt, la alegoría malinche que alfombra de flores las calles para quepasen estos famosos.Aun así, la visita de la vieja dama fue otra bendición para nuestra recién estrenadademocracia. De paso por La Moneda, tomé el té en la única taza salvada del bombardeo,alabó los cañones del patio, tarareó gangosa el "Si vas para Chile", le deseó un good futurea Eduardo II, se subió a la limusina lamentando la falta de nieve en la cordillera, y todos ladespidieron con lágrimas esterlinas en los ojos.La agenda de Maggy correteando de bolsa en mercado fue vertiginosa, por eso laagitación le causó el desmayo; aunque versiones surrealistas lo atribuyen a un posibleembarazo como premio divino por sus servicios en la cruzada anti marxista. Contra la proleizquierdista que ella no se cansa de fustigar. Aunque bajo este cielo azulado (derecho), lospuños en alto se derritieron al encanto de la demos-gracia.La vieja amazona england ya no tiene contrincantes, pero aún la sombra roja nublasu nirvana derechista, la hace tambalear en los tacos que le prestó Lady D para visitar alCapitán General, que tanto admira los cojones bajo las faldas. Por eso el nevado dictador lepidió que posaran parodiando el afiche de "Lo que el viento se llevó". Después le regalóuna medalla de la virgen del Carmen y prometió nombrarla segunda Patrona del Ejército.Quienes vieron en el desmayo de la patriarca una fatiga del modelo actual, sedecepcionaron cuando ella se paró como un gato y dijo entre tinieblas: "No ser nada, I'msorry". Hasta los tótems se caen y de nuevo en pie la dama de acero es invulnerable. Perode cerca no se ve tan hierática, se podría confundir con alguna señora de beneficencia queacaricia con repugnancia las mechas tiesas de la niñez desnutrida. También podría ser untravesti representando a la Primera Dama que la burguesía chilena se quisiera. Por suerte elaire nacional, los mariscos o la marea roja le provocaron el soponcio a la pálida führer, quepartió soplada a la clínica europea donde se restauran los horrores del pasado.