Parte 4 "Sufro al pensar"

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  Corpus Christi(o "la noche de los alacranes") 

Tal vez, como espectáculo noticioso en la pasada dictadura, el suceso CorpusChristi, también llamado Operación Albania por la C.N.I, fue uno de los más repugnanteshechos que conmocionaron al país con su doble standard noticioso. Por una parte elperiodismo cómplice de El Mercurio y Canal Trece, donde aparecía el reportero estrellajunto a los cadáveres aún tibios, dando a entender que ese era el saldo de enfrentamientosentre la subversión armada y los aparatos de seguridad que protegían al país delextremismo. Por otro lado, el relato clandestino, en el chorreo achocolatado de la masacre,la parapléjica contorsión de los doce cuerpos, sorprendidos a mansalva, quemados deimproviso por el crepitar de las ráfagas ardiendo la piel, en la toma por asalto del batallónque entró en las casas como una llamarada tumbando la puerta, quebrando las ventanas, entropel de perros rabiosos, en jauría de hienas babeantes, en manada de coyotes ciegos por laorden de matar, descuartizar a balazos cualquier sombra, cualquier figura de hombre, niño omujer herida, buscando a tientas la puerta trasera. Allí, cegada por el alfilerazo de pólvoraen la sien, la niña aprendiz de guerrillera, parecía danzar clavada una y otra vez por el ardorcaliente de la metraca. Más allá, el joven idealista, no alcanzó a beber de la taza en sumano, y cayó sobre la mesa hemorragiado de sangre y café que almidonaron su camisablanca. Aún más blanca, en el ramalazo de crisantemos lacres que brotaron de su pecho.Hiel y sangre condimentaron la sopa amarga de aquella noche. El gusto opaco delhorror avinagró la cena en las casas de los doce acribillados. La madre de la colegialallorando no creyó, el hermano del poblador dijo que había salido temprano sin decir nada,el padre del universitario no quiso hacer declaraciones, los vecinos comentaban en voz bajala horrible calamidad. Y todos los que entonces nadábamos a contracorriente en la lucha,sentimos nuevamente la rabia y luego la estocada del miedo, un miedo sin fondo, un miedoestomacal de presentir la sombra de los bototos bajo la puerta. Si eran capaces de aquello.Si habían planificado fríamente esa noche de lobos y cuchillos. Si cercaron los lugares,alertando a los vecinos que no se asomaran. Si a algunos los raptaron antes y después loshicieron aparecer fríos y desguañangados. Y a otros los esperaron tan excitados detrás delos postes aguardando. Acaso se repartieron las víctimas al verlas llegar, y a la orden deasalto no dudaron en bañarse sin piedad en esa borrachera espeluznante.Y luego, después de rematar a los sobrevivientes con un tiro de gracia, se relajaronen ese silencio alfombrado de cadáveres, echándose a reír, palmoteándose las espaldas,felicitándose mutuamente por el éxito de la operación.Quizás, después de aquello, el centenar de hombres chilenos, miembros de lasFuerzas Armadas y la C.N.I., un poco cansados volvieron a sus hogares, saludaron a sumujer y besaron a sus niños, y se sentaron a comer viendo las noticias. Si pudieron comerrelajadamente y fueron capaces de eructar mirando la fila de bultos crispados desfilandoen la pantalla. Si esa noche durmieron profundamente y sin pastillas, e incluso fornicaroncon su mujer y en el minuto de acabar volvieron a matar eyaculando helado sobre loscuerpos yertos. Si esa noche de alacranes alguno de ellos engendró un hijo que en laactualidad ronda los once años. Si el chico va de la mano de ese ex C.N.I. cerca de la callePedro Donoso, Varas Mena o Villa Frei, y no sabe por qué su padre evita pasar por esasesquinas. Si hoy, nuevamente abierto el caso Operación Albania, alguno de ellos fuellamado a declarar, y antes de salir siente temor de mirar los ojos ciervos de ese niñopreguntando. Si tiene temor, si por fin siente miedo. Que sea eso el comienzo del juicio enla inocencia interrogante como castigo interminable. 

En memoria de Ignacio Valenzuela P, Patricio Acosta C, Julio Guerra O., Iván Henríquez G.,Patricia Quiroz N., José Valenzuela L, Ricardo RiveraS., Elizabeth Escobar M., Manuel Valencia C, Ester Cabrera H., Ricardo Silva S., WilsonHenríquez G.Santiago, 15-16 de Junio 1987  

De perlas y cicatricesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora