A mi profesor le había encantado la fotografía de Louis, él insinuó que era una obra maestra. Él la montó en su blog de fotografía artística y la describió como algo espectacular. Tenía razón, hice lo correcto al aceptar que Louis fuera mi modelo, estoy agradecida con él y por eso es que estoy en camino a su casa. Llevo una pequeña canasta de mimbre en mis manos llenas de galletas de chocolate y canela, esto como medio de agradecimiento, además podríamos tener una charla para... aprender a confiar.
Luego de pensarlo mucho entendí que aprender a confiar significa conocernos mejor. Lo sé, Louis lo dijo en el parque, pero no estaba prestando mi total atención en él, solo necesitaba tomar la maldita fotografía que terminó siendo uno de mis mejores trabajos.
Ahora la pregunta es, ¿por qué Louis tiene tanto empeño en conocerme mejor? Solo fui una víctima más de él y solo soy otra chica del instituto. ¿Qué ve él en mí? Aunque no me quejo, mi venganza sería contar cada uno de sus secretos, pero tengo que descubrirlos primero y para poder hacerlo tengo que convivir con él.
Detengo mis pasos en frente de una casa de color amarillo suave, el jardín se encuentra bien cuidado y un auto está estacionado fuera del garaje. Reanudo mi caminata, abro la pequeña puerta de la valla blanca que separa el jardín con la acera de la calle, entro y vuelvo a cerrarla. Acelero mis pasos por el camino de piedras que se extiende hasta la puerta principal, me detengo sobre una alfombra que dice bienvenidos y procedo a tocar el timbre. Poco tiempo después una señora de un gran parecido al de Louis abre la puerta.
—¿Si? ¿Puedo ayudarte?
—Buenas tardes, mi nombre es Livana Sanders, soy una emm... ¿amiga de Louis?
Y ya la embarraste Liv, ¿no podías actuar más segura?
Afortunadamente la señora—quien supongo es la mamá de Louis—, abre un poco más la puerta colocándose a un lado para dejarme entrar.
—Pasa adelante—Me adentro a la casa con un poco de timidez—, buscaré a Louis. Puedes tomar asiento para esperarlo.
—Muchas gracias, señora Baker.
—Nely, cariño. Dime Nely.
—Claro, Nely.
Ella sube por las escaleras de madera, yo como soy tan curiosa empiezo a caminar por la sala mientras observo las fotografías que se extienden a lo largo de las paredes blancas de la casa. La mayoría son de Louis. Louis en traje de baño, Louis con uniforme, Louis en bóxer del Hombre Araña, Louis disfrazado de Batman, Louis con un bate de béisbol, Louis con los demás intocables, Louis aquí y más allá. Hasta que veo un portarretrato boca abajo, dejo la cesta en la mesa donde está la fotografía y la tomo entre mis manos observando de nuevo a Louis, pero esta vez con la señora Nely y un hombre... uno extremadamente parecido a Louis, son dos gotas de agua.
—Ese era mi papá—susurra una voz en mi oído y me sobresalto haciendo que el portarretratos caiga a mis pies.
—¡Joder! ¡Louis!
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Como un algodón de azúcar | Los Intocables #5
Short StoryNo es necesario haber leído los libros anteriores para entender #CUADA, pero lo recomiendo para que disfrutes más de la lectura y conozcas a nuestros chicos. ¿Tierno? ¿Romántico? ¿Humilde? ¿Tranquilo? ¿Me están hablando en serio? Yo no creo esa...