Trece.

30.8K 3.2K 513
                                    

—Perdona mi ignorancia, ¿pero qué es eso?—Quiero apretar sus mejillas. Estoy loca, creo que es tierno que me pregunte sobre mi condición.

—Pues... es básicamente que la persona se distrae con facilidad, no presta atención, siempre está inquieta y tiende a tener conductas impulsivas—explico—. Creo que te has dado cuenta que a veces hablo sin pensar.

—Si lo he hecho—muestra una sonrisa que me hace sonrojar—. Aún recuerdo cuando dijiste que Bart se quería hacer un piercing en el...

—Por favor, Louis, no hablemos más nunca sobre ese momento.

Louis sigue con su sonrisa, su mirada perfora lo más profundo de mi alma tratando de ver más allá de lo que muestro físicamente. Me muerdo el labio por sentir la intensidad en cómo me observa, me encanta que me mire de esa manera. ¡Rayos! Ya parezco a Daisy, ella siempre mira a Connor como si fuera una paleta de helado y quisiera lamerlo en cada momento, o peor, ya estoy pareciendo esas chicas que con tan solo mencionar el nombre de Louis se ponen a babear y a saltar como locas. Que horrible, ¿a esto he llegado?

A las espaldas de Louis un carrito colorido me llama la atención. Frunzo más mi ceño y entrecerró un poco mis ojos para tratar de asegurarme que el carrito tiene lo que yo estoy pensando.

Algodón de azúcar. Mí adorado algodón de azúcar que lastimosamente no puedo seguir comiendo. No, eso me hace daño.

—¿Qué pasa?—Louis se voltea. Empieza a reír a carcajada limpia, él cree que estoy casi babeando porque deseo un algodón de azúcar. Bueno, si lo estoy haciendo, pero lo que me pone mal es que debo controlarme y no ir corriendo a comprar uno—. ¿Quieres uno, Livana?

—¡No!

—¡Claro que quieres!—se burla él.

Louis se levanta para caminar hasta el señor del puesto de mi golosina favorita. Tomo el brazo de Louis tratando de evitar que él camine hasta allá, pero él se libera de mi débil agarre al instante. Trato de impedirlo, lo juro. Aunque muy en el fondo quiero romper todas las reglas y comprarme todo el carrito. Observo como Louis pide una bolsa de algodón, el señor le entrega una, pero no logro captar cual es el color. Sí, me fijo también en eso.

¿Qué por qué me fijo en el color? Ya les conté de mi rareza por comparar personas con algodones de azúcar. Creo que cada persona escoge el sabor que les caracteriza. Yo lo hago. Siempre escojo el rosa, es mi favorito, es el más dulce y es el prohibido. Alto, ¿eso rimó, verdad?

—Toma. Un jugoso algodón de azúcar para ti.

Este no es rosa, es morado. Es la primera vez que veo un algodón de este color.

—Yo... no puedo Louis.

—¿Por qué, no? Estoy segura de que te mueres por comerlo.

Y es así Louis, es así.

—Te contaré otra cosa que nadie sabe de mi—tomo un respiro para luego exhalarlo con lentitud—. Las personas que padecemos TDAH tenemos una dieta en la cual no debemos consumir gluten, algunos alimentos que causan alergia y... el azúcar.

Sus ojos se abren como platos, pero luego sonríe de esa manera tan particular.

—Eres una chica mala, Livana.

—Mis papilas gustativas son débiles, Louis—porfío yo.

—¿El azúcar te hace daño?

—Uhm no del todo, pero mamá es demasiado estricta. Aún se lamenta de no haber tenido una niña perfecta, por eso me impone muchas reglas, según ella para protegerme.

—Hey, nadie es perfecto. Aunque, ¿te digo algo?—lo miro atenta—. Tú estás cerca de serlo.

¿Ya les había dicho que Louis es como un algodón de azúcar, verdad? Tal vez él no me haya contado esa historia que tanto lo atormenta, pero Louis es especial y, si su historia es tan oscura como aparenta, él será como el algodón de azúcar para los demás, si lo consumes mucho te hace daño, pero sigues ahí, comiéndolo y saboreándolo porque esa maldita golosina es increíblemente adictiva.

Louis Baker es adictivo. Y tengan en cuenta algo, estoy diciendo esto sin aún besarlo, ¿que será de mi cuando... ¡Esperen! ¿Qué rayos estoy diciendo? ¿Ahora quiero besar a Louis?

El azúcar me está afectando el cerebro.

Confieso que no debería estar escribiendo, en realidad tendría que estar terminando mi proyecto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Confieso que no debería estar escribiendo, en realidad tendría que estar terminando mi proyecto. Lo sé, soy demasiado buena con ustedes xD

No hay preguntas porque no quiero extenderme, pero me gustaría que dijeran si ven algo extraño en el capítulo. Yo se que sus mentes trabajan muy bien :) ¿Hay un mensaje oculto? Pues mi respuesta es quizás.

Capítulo dedicado a Luciana 3

Nos leemos mañana :)

Nos leemos mañana :)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Como un algodón de azúcar | Los Intocables #5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora