Veinte.

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Entro al salón del profesor Gómez con mala cara. Aún no puedo creer que mi madre me prohibió juntarme con Louis. Los últimos días le he aplicado la ley de hielo a mis padres, a mi madre por exigirme tal cosa y a mi padre por apoyarla. ¡Joder! Ni que Louis fuera una mala influencia. Es un tierno algodoncito de azúcar que le gusta hacer bromas a los demás y que tiene un pasado oscuro que poco a poco me ha ido mostrando.

Bueno, tal vez no se tan algodoncito de azúcar que digamos.

Me siento en las mesas del centro, saco mi cuaderno de la mochila, un lápiz y un borrador. Leo un poco el tema anterior sin mucha atención, solo quiero tener mi vista en otro lugar que no sea la pizarra.

Una presencia delante de mí hace que levante la mirada. Louis se encuentra ahí con una sonrisa y una bolsita transparente que contiene... algodón d azúcar, la extiende hacia mí y me guiña un ojo. Este chico me está malcriando.

—Hola, diosa.

—¿Enserio vas a decirme así?

—¿Qué tiene de malo?—se encoje de hombros. Retira la silla de mi lado para tomar asiento—. ¿Cómo estás?

—Bien, algo cansada.

—¿No dormiste bien?

—No, discutí con mamá y papá y se me quitaron las ganas de dormir al instante. Pude hacerlo como a las tres de la madrugada.

—¿Fue por mi culpa, verdad?—Su rostro se oscurece. Muerdo mi labio inferior con nerviosismo.

—Si... te seré sincera, ¿vale? Mi madre me prohibió juntarme contigo.

—¡Vaya! Me siento verdaderamente ofendido.

—No lo voy a hacer, Louis. Te lo prometí, no voy a alejarme de ti—Sus comisuras se levantan, acerca su rostro al mío observándome fijamente mis labios.

—Enserio quiero besarte.

—Aquí no.

—Aquí sí.

—Louis, no.

Diosa, sí—y lo hace.

Me besa como él solo sabe hacerlo. Con pasión, con necesidad. Todo esto pasa en el aula de español. Unos chiflidos hacen que me separe de él, cuando miro hacia los que están haciendo aquel alboroto me sonrojo. No solo son los intocables y las chicas sino también todos los alumnos que ya se encuentra entrando al salón y claro, el profesor Gómez.

—No mencionaré nada porque no estaban en la hora de clases, pero si quieren intercambiar fluidos les pido que lo hagan en otro sitio, señor Baker y señorita Sanders.

Me sonrojo como nunca lo había hecho, Louis se ríe no tan disimuladamente y los intocables nos lanzan esas miraditas picaronas.

—Lou Lou ya tiene novia—canturrea George.

—Y se besan con pasión—le sigue el juego Tristan.

—Comparten mucha saliva—Connor también decide participar.

—Y también quieren acción—finaliza Bart—. ¿Para cuándo el sexo?

—¡Bart!

—¿Qué? Yo estoy haciendo una pregunta inocente. Buh, como si no supieran lo que es el sexo. Amy y yo lo sabemos muy bien, ¿verdad, princesa?

—¡Bart!

Por Dios, yo no quería saber que Bart moja la brocha con el tarro de Amy.

¡Hola! Mil disculpas porque el capítulo sea tan corto y no tan entretenido

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¡Hola! Mil disculpas porque el capítulo sea tan corto y no tan entretenido. Tuve un día fuerte y estoy super cansada :(

Confieso que este es capítulo relleno xD Nah, mentira, en el futuro si tiene importancia así que no lo borren de su mente. Mantengan los ojos abiertos.

PREGUNTAAAAAAAAAAAS: ¿Les gustó la canción de los intocables? xD ¿Louis y Liv besándose en el instituto? :O 

Los complací con otro beso Louvana 7w7

Por cierto, voy a responder algunos comentarios del capítulo anterior que aún no los he revisado, sorry :/

Capítulo dedicado a Tara <3 Tu sabías que te tocaba hoy <3

Nos leemos mañana.

Nos leemos mañana

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Como un algodón de azúcar | Los Intocables #5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora