Caminamos en silencio con nuestros dedos entrelazados, vamos en dirección a mi casa, luego de discutir con Louis por unos minutos me convenció de volver con mis papás y hablar con ellos. Louis tiene buenos métodos para convencer. Luego de que le dijera que no me iba a ir me besó... muchas veces. Realmente me encanta besarlo, es delicioso.
A lo lejos veo mi casa, todas sus luces se encuentran encendidas y el auto de mi padre está afuera estacionado. Detengo mis pasos pero Louis me arrastra, él dice que debo enfrentar los problemas. Eso me hace pensar en todo lo que me contó, su pasado es... horrible, pero no puedo estar más orgullosa de él, cambió para bien, no quería seguir haciendo daño aunque eso es algo que aún no entiende. Louis piensa que por todo lo que hizo puede dañar lo que toca, yo no lo veo de esa manera, pienso que es un chico que sabe sanar a las personas, al menos lo está haciendo conmigo.
—¿Preparada?—pregunta cuando nos encontramos frente a la puerta.
—No.
—Muy bien—extiende su mano para tocar el timbre. Lo fulmino con la mirada—. ¿Qué? Yo si estoy preparado.
Voy a replicar pero la puerta es abierta por mi padre, observo su rostro preocupado. Me envuelve en sus brazos con fuerza, lo escucho sollozar, instantáneamente me siento como una basura. No puedo creer que le haya hecho eso.
—Mi Liv.
—Lo siento, papá.
—¡¿Es Livana?!—Escucho el grito de mamá, después sus pisadas hasta que la puedo ver por encima del hombro de papá. Sorpresivamente tiene los ojos rojos y se encuentra llorando—. ¡Cariño, lo siento mucho!
Se une al abrazo, ambos sollozan y yo me siento incómoda, nunca había recibido este tipo de atención por su parte. Recuerdo que Louis está detrás de mí así que me separo de ellos para acercarme a él. Ambos lo miran fijamente.
—Estaba con Louis en el parque.
—Buenas noches, señor y señora Sanders.
—Buenas noches, hijo—saluda papá, mamá se mantiene en silencio.
—Yo... emm... ya me retiro, me estaba asegurando de que Livana llegara sana a casa.
—Gracias.
—¿Señor Baker?—Escucho la voz de mi tía Julia. ¿Qué está haciendo aquí?
—¿Cómo se encuentra, profesora Montgomery?
—Muy bien, Baker. ¿Podrías hacerme un favor? Dígale al señor Taylor que deje de estar enviándome cartas de amor.
Contengo una carcajada. ¿Bart enviándole cartas de amor a mi tía? No puedo creerlo.
—Tranquila, profesora Montgomery, me aseguraré de que no vuelva a pasar—Posa su mirada en mí—. Nos vemos mañana, diosa.
—Nos vemos mañana, Lou.
Él sonríe, adentra sus manos a los bolsillos de su pantalón y luego camina por el mismo sitio que lo hicimos hace unos minutos. Nosotros tres entramos a casa pero mi tía Julia solo recoge su bolso y se despide de nosotros para retirarse. Después de que solo nos quedamos mis padres y yo, nos sentamos en el sofá de la sala.
—Eso que hiciste estuvo muy mal, Liv.
—Me sentía mal aquí, papá y... mamá hizo que mi bomba explotara.
—Lo siento, Liv—sus lágrimas se deslizan por sus mejillas nuevamente. Papá la envuelve con uno de sus brazos.
—Tranquila, mamá. No te preocupes por eso. Pero quiero que tengas en cuenta algo, si me castigas, si me alejas de Louis o si simplemente me dejas encerrada en casa, no voy a hacerte caso y haré lo necesario para huir. Mamá, hoy Louis me ha contado su vida, es dura, yo nunca habría podido ser tan valiente como él, pero voy a intentarlo esta vez. Quiero ser valiente como él. No me voy a alejar de Louis, quiero que lo entiendan.
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Como un algodón de azúcar | Los Intocables #5
Short StoryNo es necesario haber leído los libros anteriores para entender #CUADA, pero lo recomiendo para que disfrutes más de la lectura y conozcas a nuestros chicos. ¿Tierno? ¿Romántico? ¿Humilde? ¿Tranquilo? ¿Me están hablando en serio? Yo no creo esa...