7. Problemas en el colegio

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—¿Dónde está su hermano?

Ethan y sus amigotes. No sé si ellos son matones o qué, pero la verdad es que suelen tener muchos problemas con el resto de los compañeros.

A Blue lo internaron el sábado a la tarde. Este lunes llego al colegio acompañado por Red. Caminamos callados por los pasillos. El fin de semana no fue muy diferente: no hablamos mucho más de lo que solemos y la casa estuvo más silenciosa que de costumbre.

En el camino al aula, nos cruzamos con la pandilla de Ethan, su novia Catalina y su fiel seguidor Franco. Ethan se cree el machito porque es fortachón y juega basket. Su nombre es de origen inglés y esto, según él, le otorga un «toque de superioridad»; lo que le permite molestar a los «débiles».

Con esa excusa, mis hermanos y yo deberíamos hacer lo mismo. Nuestros nombres no son argentinos y nuestros padres tuvieron que hacer diversos trámites para que nos dejaran llamarnos así. Green, Red y Blue, significan «verde, rojo y azul» en inglés respectivamente. A veces pienso que soy el único en el planeta con ese nombre porque nunca conocí a otro con mi nombre.

A pesar de la gran etimología de nombres, Ethan siempre será el burlista profesional del colegio. Tiene carácter innato de peleador. Una vez, escuché que alguien justificó sus actitudes porque Ethan tiene problemas en casa. Sin embargo, él nunca dijo nada, nadie más mencionó el tema y él siguió molestando a sus compañeros de clase.

—Te hice una pregunta, Green Logan Jaquet.

Sí, mi segundo nombre también es extranjero. Es escocés. Aunque «Logan» sí está permitido en Argentina.

Ethan me sigue. Al ver que yo no le respondo (en verdad, yo estoy contando hasta diez para no pegarle), comienza a molestar a mi hermano.

—¿Y vos, Red Terry Jaquet?

Mi hermano se coloca los auriculares y se dispone a escuchar música. De esa forma, ignora a Ethan.

Llegamos al punto de reunión que tenemos con Esteban y Gregorio: un punto específico del patio. Red impuso ese lugar porque lo ayudaba a ser más organizado. En otras palabras, Red decidió que nos juntemos en ese lugar para no tener que buscarnos por todo el colegio.

Esteban está con nosotros desde que empezamos el jardín de infantes, pero nos amigamos con él durante la primaria en las clases de violín, pues nuestro colegio es de orientación musical y aprender a usar ese instrumento es obligatorio. Esteban es igual de listo que Blue, evita pelear por todos los medios, al igual que Red, y es miedoso y cobarde. Ni siquiera ve películas de terror o misterio.

Gregorio, por otro lado, llegó al colegio en primer grado. Era un chico silencioso y nunca hablaba con nadie. Hasta que decidió entrar a jugar al equipo de fútbol que habíamos creado los nenes (y algunas nenas) de primer grado y me quitó la pelota con la mano. Me enojé mucho, pero al final, resolvimos nuestros problemas y nos hicimos amigos.

—Nos enteramos lo de Blue —comenta Esteban.

—No va a venir por unos días —responde Red.

—¿No es medio evidente? —murmuro. Mi hermano me escucha, aunque no responde nada.

—Sí, lo supuse... —concluye Esteban por su lado.

Unos minutos más tarde, escuchamos el timbre para entrar a clases. Después de hacer la típica y cansadora ceremonia de la mañana, subimos a las aulas.

Le advierto a Esteban que evite por todos los medios que Red se frustre. Mi hermano está bajo presión en casa y puede estallar en cualquier momento.

—Y si por alguna de esas cosas de la vida, mi hermano se llega a frustrar, tenés que decirle a la profesora que me llame. El director sabe sobre mis problemas familiares y mientras Blue no venga al colegio me deja salir para ayudar a Red.

Todo por una sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora