- S H A Y -
15 DE NOVIEMBRE DEL 2008
Tomo una bocanada de aire, observando con fijeza el diminuto lápiz mordisqueado de Superman que guardo como un recuerdo. Es el primer regalo que Axl me dio cuando cumplí ocho años. Lo usé tanto que ahora mide menos de cuatro centímetros y la goma de borrar ha desaparecido por completo.
Ya no lo uso, creo que ha tenido una buena y larga vida productiva, ha sido mi fiel compañero por años, así que ahora solo lo conservo por el valor sentimental.
—Oye Conejita, mira esta monada. Qué jodidamente lindo es esto. ¿Te lo dio Axl?
Frunzo el ceño, Reese está sosteniendo un conejito de crochet que Axl me regaló hace un tiempo. Me da una sonrisa y pasa una mano por su envidiable cabellera naranja rojiza. Ella es una chica muy vivaz, alocada y a veces impertinente, pero la adoro.
—Sí, Axl me lo dio —murmuro en respuesta, retomando la lectura del libro del que debo entregar un ensayo la próxima semana.
—¿Qué te dio? ¿Su pene? ¿Un orgasmo? —se burla.
—A veces eres insoportable, amiga, en serio. ¿No tienes que ir a tu casa o algo? Tus papás van a preocuparse.
—Estoy bien aquí, gracias —es su respuesta—. Anda ya, ¿cuándo vas a admitir que entre ustedes dos hay algo? Acomodo el cabello que me cae en el rostro detrás de mi oreja y observo a Reese con la ceja enarcada. Ella está sentada en mi cama, dándome una mirada de sabihonda engreída.
—Yo admito que hay algo. Es mi mejor amigo desde hace años, no es que lo esté ocultando.
—Sabes que no me refiero a eso. Ustedes se tienen ganas, yo puedo verlo. Tal vez todavía no pasa nada concreto, pero pasará en algún momento, cuando ambos sean honestos.
—Dios, Reese, tú debes de calmar tus hormonas y dejar de ver cosas que no son. Nosotros solo somos amigos.
No estoy mintiendo. Hace casi ocho años que Axl y yo estamos juntos, pero en todo este tiempo la única cosa que ha existido entre nosotros es una fuerte amistad que nos ha vuelto cómplices y compañeros del crimen. Amo tenerlo en mi vida, lo amo a él, pero nosotros nunca hemos estado envueltos en un lío romántico.
—Si no estás enamorada de él, ¿entonces por qué no sales con ningún otro chico? Oye, no vas a decirme que no tienes pretendientes. Sé de al menos dos chicos que han intentado invitarte a salir.
—El hecho de que no quiera salir con chicos no significa que esté enamorada de Axl.
Ella se lleva las manos a la cara.
—¿Eres homosexual? Oh Dios, ¿estás enamorada de mí? Yo te amo, amiga, pero voy a tener que lastimarte diciendo que me gustan los penes.
—Estúpida —rio—. No soy gay y si lo fuera no me enamoraría de ti porque estás chiflada.
»Yo simplemente no quiero un novio, no me interesa en este momento. Lo que quiero es conseguir un promedio decente al graduarme y estar lo suficientemente preparada para presentar el SAT. ¿Y sabes por qué? Porque quiero ir a una buena universidad.
—Eres una empollona.
—Di lo que quieras, no me interesa —ruedo los ojos—. Papá dejó un fondo universitario para mí, pero no está de más tratar de conseguir algún porcentaje de beca.
—Jesús, deja de hablar de la universidad, todavía queda tiempo antes de tener que preocuparse o estresarse por ello.
—No quiero estresarme al final, por eso estoy haciendo mi trabajo desde ahora.
—Pero eso te está impidiendo ser una adolescente normal que sale a divertirse con chicos.
—Oye —le doy una mala mirada—. Yo salgo a divertirme, que en esas salidas no besuquee chicos no significa que no me divierta.
—Me haces quedar como la mala influencia.
—Bien por mí que no me dejo influenciar por ti.
—Bueno, sigue estudiando y lo que quieras, no me hagas caso, pero al menos vamos a bailar este viernes. Hay un club que me recomendaron y quiero ir...
—Viernes... bueno, eso no suena mal. Supongo que mamá dirá que sí.
—Pero solo tú y yo.
—¿A qué viene eso?
—A que quiero tener una pequeña salida nocturna de amigas solteras que tal vez puedan acabar ligando con algún chico guapo, así que tu mejor amigo al que no amas como algo más no debe venir con nosotras.
—¿Y tú no estabas saliendo con Brian?
Ella chasquea la lengua.
—Es un aburrido, mano larga y controlador. Besaba bien, pero quería tener un horario de todo lo que hago y me enviaba mensajes cada cinco minutos. Tan sofocante. Además agotó mi paciencia por completo cuando intentó meterme mano sin permiso. O sea, apenas teníamos tres días juntos. Yo puedo ser una loca y pervertida que besa en las primeras citas, pero tampoco soy una fulana a la que él pueda meter mano solo porque se le antoje. Terminamos ayer.
—¿Y me lo dices hasta ahora?
—Ay, relájate. No es que él fuera mi novio oficial o algo, solo estábamos saliendo. No fue importante, así que olvidé mencionarlo.
—Oh Dios, eres como un Matt versión mujer pero no tan promiscuo. Este debe ser el décimo chico que besuqueas en lo que va del año y al que terminas en menos de una semana. Casi uno por mes, es un record.
Ella ríe.
—No es mi culpa que las cosas se arruinaran con todos ellos. Y, hablando del caliente Matt, hay algo que me tiene curiosa desde que oí los rumores...
—¿Qué cosa?
—Eso de que él perdió su virginidad con cierta chica de un grado superior el año pasado.
—¿Con Amy Dunne? También lo escuché.
—Sí, ella. Y al parecer le dejó una muy buena impresión. La chica cuenta maravillas del aparato de nuestro amiguito.
—Información que no me interesa conocer...
—Pero sí te debe interesar el hecho de que sea el mejor amigo de tu Axl, porque, al paso que vamos, seguro no demoramos en oír los rumores de cómo él también dejó de ser virgen con cualquier chica. O quizá eso ya pasó y no nos enteramos. Esta mañana lo vi besando a Merryn, la chica rellenita que se ríe por todo y que está en nuestra clase de dibujo. Ustedes dos están siendo muy lentos para admitir que se gustan.
—Eso es porque no nos gustamos y solo somos mejores amigos, ya te dije.
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N/A: Gracias por leer, como siempre, se aprecian los votos y comentarios ñ.ñ
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Los planes de Axl Jones
Teen FictionTres años después de que la vida le arrebatara a su hermano mayor en un desafortunado accidente, Axl conoce a Shay. Con ocho años de edad, ella es pura chispa. Y es esa luz que ella irradia, más unas tiernas mejillas regordetas, lo que cautiv...