Capítulo 8 - Celos que queman

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- A X L -

09 DE DICIEMBRE DEL 2009

Abrumado por la forma en la que ocurrió mi primer beso con Shay hace dos años, ese que ella tuvo la gentileza de olvidar, he pasado el último año sumergido en un nuevo plan que no la incluye: el plan O de olvida la idea de salir con tu mejor amiga y sigue los consejos de ligue de Matthew Adams.

La verdad es que no ha funcionado del todo, porque mi corazón sigue latiendo como un loco por ella.

Estos últimos días han sido fastidiosos. Todo de lo que se puede oír hablar en el instituto es del baile de navidad. No es que me preocupe por ello, en realidad la cosa que me ha quitado el sueño es saber con quién irá Shay. Tengo la esperanza de que, como otros tantos bailes, vayamos juntos. En calidad de amigos, pero juntos.

Matt, por otro lado, invitó a Reese. No creo que ellos funcionen juntos, honestamente. Ambos son muy parecidos: coquetos, divertidos y libres. Por sobre todo, libres. Shay dice que Reese disfruta salir con los chicos, pero es como alérgica a los compromisos. Y Matt... bueno, él no ha mantenido una relación de más de una semana con ninguna chica. A lo mucho supongo que se besuquearán esa noche, o algo más, y luego harán como que nada ocurrió al día siguiente.

—Así que... bueno, no sé, estaba pensando...

O'Donnell, el típico tipo promedio de instituto, parece realmente incómodo cuando intenta hablar con Shay mientras todos nosotros —Reese, Matt, Bree y yo— estamos oyendo lo que dice, sentados a la misma mesa.

Sé que él le pedirá ir al baile, otro chico se lo ha pedido ya y ha obtenido una negativa. Qué raro.

—¿Quisieras ir al baile conmigo?

Shay hace una pequeña mueca, como si lamentara lo que está por decir. Tal vez lo lamenta en realidad, pero uno pensaría que tantas veces rechazando ya la volvieron insensible.

—Lo siento —dice, y el entusiasmo de O'Donnell se evapora al igual que su sonrisa—. Habría sido agradable, pero realmente ya tengo una pareja...

No es O'Donnell, soy yo atragantándome con mi desayuno al oírla decir que ella tiene una pareja.

Shay me dirige una mirada, apretando los labios, y luego termina de despachar al chico.

—Mierda —dice Reese una vez que él se ha ido—. ¿Por qué has mentido así? Pudiste solo decirle que no, como al otro que te invitó.

Por un momento la teoría de Reese hace que me calme, pero esa calma no dura mucho.

—No mentí —asegura Shay con el ceño fruncido—. En realidad tengo una pareja para el baile de navidad.

—¿Eres tú? —me pregunta Reese, apuntándome con el dedo, yo niego con la cabeza—. Mierda.

Sí, mierda. ¿Con quién demonios irá ella? ¿Por qué hasta ahora es que me estoy enterando? Le doy una mirada a Matt, él me mira muy fijamente con algo de sospecha, así que procuro deshacerme de cual sea que sea la expresión de mi rostro. Joder, joder.

—Su nombre es Melvin —dice Shay—. ¿Lo recuerdas? Lo conocimos el año pasado cuando fuimos a bailar a ese club que quisiste ir. Bueno, pues me lo topé nuevamente en el centro comercial hace unas semanas, le di mi número y hemos estado hablando. Él es agradable.

Mierda, mierda, mierda.

Sí, recuerdo que ha mencionado muy vagamente a un amigo con el que chatea, pero nunca le tomé importancia. No creí que la tuviera, honestamente.

Los planes de Axl JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora