capitulo 24: no vine solo.

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Estaba en el club y la música retumbaba eléctrica millones de cuerpos moviéndose incesantes amaba el verano, no solo porque el club se llenaba mas sino porque me relajaba el hecho de no tener que levantarme temprano, serví varios tragos en la barr...

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Estaba en el club y la música retumbaba eléctrica millones de cuerpos moviéndose incesantes amaba el verano, no solo porque el club se llenaba mas sino porque me relajaba el hecho de no tener que levantarme temprano, serví varios tragos en la barra mientras me movía al ritmo de la música tenia puesta una camiseta negra que dejaba a la vista mi espalda descubierta y unos jeans cómodos con mis zapatos favoritos, como está claro Adam no aprobó mi vestimenta pero el punto era que me gustaba como me veía y eso era lo que me iba a poner y el sabia mejor que nadie que no me importaba lo que dijeran de mi ropa de trabajo.

Si no lo había dejado muy feliz cuando había salido del auto pero no podía dejar que se saliera con la suya todo el tiempo tenía que aprender a decir no algunas veces.

No sabía porque pero tenía el presentimiento de algo esa noche, no sabía porque pero una extraña sensación se estaba formando en mi estomago, decidí ignorarla y seguí atendiendo la barra como nunca estaba en pleno campo de batalla entre las cervezas y universitarios ebrios, Naomi sonreía como si tuviera el mejor secreto de su vida y Patricia estaba de lo más feliz con un chico con el que salía y cumplía todas sus expectativas y por lo que me comentaba el sexo no era nada mediocre, era bueno que saber que todas estaban bien.

— un gin tonic— dijo una voz que por alguna razón se me hizo muy familiar a pesar del sonido de la música y los gritos a mi alrededor, me gire para encontrarme con una chica ligeramente rubia y de ojos cafés, no sabía porque pero se me hacían familiares no sabía que o cómo pero sabía que esos ojos eran parecidos a los de...

— ¿Andrea?— pregunte mientras le entregaba su trago, la recordaba morena y ahora estaba rubia platinada eso era un gran cambio, pero ¿qué hacia aquí? Adam dijo que estaba en una sesión de fotos en Italia que hace aquí.

—si—chillo sobre la música— ¿como me veo?— giro mostrando su cabello ahora estaba más corto y rizado y cabe destacar que rubio muy rubio, pero le sentaba bien en su piel bronceada se veía muy bien ella sí que sabia llevar un rubio platinado.

—te vez hermosa—le sonreí cuando apareció un chico de un poco más alto que ella apareció detrás de ella y la abrazo y ella sonrió mientras lo besaba en los labios.

—tu igual, me encanta el lugar, esta mejor de lo que me dijo Adam— dijo mientras se sentaba en uno de los taburetes.

¡Adam! ¡Mierda! Ese idiota no entendía que no era no, lo iba a matar, si echan a alguien por su culpa le patearía el trasero tan fuerte que no se iba a sentar por meses.

— ¿Dónde diablos esta?— pregunte golpeando la barra con la mano abierta haciendo que la mano me picara por la fuerza del golpe. Abrí una cerveza y se la entregue a un chico que estaba cerca, otro grupo de chicos pidió cervezas no, no estaba molesta, la palabra molesta no reflejaba lo que sentía, no era ni la mitad de lo que sentía, estaban... estaba cabreada, si esa era la palabra estaba tan cabreada que lo quiera matar.

ADAM el defecto mas perfecto... En Edición. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora