capitulo 34 ¿miedo a volar?

3.6K 223 3
                                    


Seguía sin entender que estaba pasando, llevaba puesto un hermoso vestido rosa pálido, con encaje y una espalda en V profunda dejándola toda descubierta, era unos cinco centímetros más arriba de las rodillas, un maquillaje muy ligero y el cabello estaba todo a un lado en un muy cómodo y sencillo peinado en ondas muy marcadas hecho por Ann, zapatos rosa palo de corte inglés, eran muy lindos me enamore de ellos en cuanto los vi, todos estaban muy raros y no solo porque Ann me hizo comprar ropa y no me dejo pagar absolutamente nada, Ben me llamo para que no fuera a trabajar y Di y May se sonreían de una manera muy rara. Si, esas no eran buenas noticias.

Dios que están planeando.

Me volví a mirar en el espejo, estaba muy hermosa y mi cabello resaltaba mucho, mi maquillaje no era nada escandaloso y el vestidos estaba espectacular, no logre ver el precio ya que cuando lo intente Ann lo arranco, tome mi teléfono de la cama cuando una llamada de Adam ilumino la pantalla.

—hola.

—Hola señorita Stone— sonaba feliz y divertido al mismo tiempo.

— señor Daniel's ¿Qué está tramando?— no me gustaba esto, no me gustaban las sorpresas, en realidad las odiaba y esta no era la acepción.

— usted tranquila y disfrute el viaje señorita Stone.

Le fruncí el ceño a pesar de que no me podía ver, no podía creer que esto le divirtiera yo estaba a punto de explotar de la ansiedad y él se divertía, idiota. —no sonrías y dime que está pasando Adam no me gustan las sorpresas y me estoy comenzando a irritar tanto misterio— no estaba gritando pero no faltaba mucho para que me comportara como Sam.

Soltó una gran carcajada me senté en la cama y gruñí.

—tranquila nena, pronto sabrás de que se trata, te amo.

Rode los ojos— en estos momentos como que solo te quiero.

Volvió a soltar otra carcajada fresca que me hizo sonreír.

Seguían sin gustarme las sorpresas.

Guarde el teléfono en el bolso de mano y baje las escaleras, Ann comenzó a dar saltitos de emoción junto con Sam y May,  sonreí y di una vuelta coqueta cuando me vieron, me sentía completamente hermosa, Sam corrió hacia a mí y me abrazo las piernas casi haciéndonos caer a ambas, luego al abrazo se unió Ann y luego May.

—Te ves hermosísima Jenny— me dijo May en el oído sonreí.

— Me encanta todo, Adam se va a morir cuando te vea— dice Ann mirándome de arriba abajo —hay que darse prisa que es tarde.

Miro a Di que está de pie en el marco de la cocina mirándome fijamente me acerco a él y giro, no puedo parar de sonreír aunque no me gusten las sorpresas.

—Insisto en que nadie te merece— dice con emoción en la mirada— estas muy linda mi niña—me envuelve en un abrazo y me besa y mejilla — aun no puedo creer lo mucho que has crecido, ya eres todo una mujer.

Di me va a hacer llorar y no es que me este casando o me vaya a vivir a otro país, ni siquiera sé adónde vamos tarde, está siendo muy melodramático  — di me vas a hacer llorar— murmuro y me abraza más fuerte.

—No te merece, eres mucho para cualquiera.

Suelto una carcajada, Di se ha vuelto tan sobre protector durante los años.

— pero el chico está muy cerca de ser el correcto.

Sin soltarlo contesto suavemente —se siente como el indicado.

Nos abrazamos con fuerza en silencio, me encantaban sus abrazos me sentía cómoda, era como un calor paterno que no recordaba haber experimentado con Gonzalo alguna vez, y no me importaba Di era mi padre de alguna manera.

— No quiero interrumpir pero Jen ya tenemos que irnos nos esperan.

Salgo de la casa con Ann y nos subimos a su auto, y nos dirigimos al este conduce sin parar hasta que entramos a un hangar privado, mis ojos vuelan al ver un enorme jet, blanco con líneas azules a los lados definiéndolo, brilla tanto que parece nuevo, miro a Ann y ella asiente cuando un hombre vestido con el típico atuendo de piloto nos abre la puerta, sus ojos cafés miraron a Ann detenidamente.

—Señorita Stone— dijo el hombre en voz suave y calmada — soy Green su piloto esta noche.

¿Piloto?

Miro a Ann y sonríe abiertamente

¿A dónde me llevan? 

¿Por qué un avión?

Me indica que me suba pero Ann se queda abajo mirándome sonriente.

— ¿Ann? ¿Qué esperas?— pregunto deteniéndome unos escalones antes de entrara.

Niega con la cabeza —no linda este viaje lo das tu solita— me arroja un beso— solo relájate. Todo saldrá perfecto.

Mis nervios se disparan no me da miedo volar, nunca lo hizo pero no me gustaba volar sola, me sentía incomoda, mi corazón latía a cien mil por horas y mi cabeza no paraba de trabajar, ¿Cómo quieren que me relaje cuando no se a donde voy?

Entro y me doy cuenta de que puedo entrar cómodamente de pie, es tan grande que parece un avión, pero en ningún avión en el que he estado en a tenido la quinta parte del lujo que tenia este, gamuza, cuero, madera de caoba, pantallas de última generación y adornos de oro, todo era extravagante y hermoso, era un enorme juguete, un jugué caro, brillante, y lujoso.

Los asientos se acomodaban un pequeñas salas de estar y en la parte en la que estaba se acomodaban en una sección de cuatro asientos de piel de marfil, mucho más grande que los asientos de primera clase.

—Señorita Stone— me llama una mujer, me giro y es rubia de unos veinticinco años, es despampanante— mi nombre Zara, y seré su asistente de vuelo, puede pedirme cualquier cosas.

Asiento con la cabeza suavemente y me indica que tome asiento que el vuelo no tardara mucho en despegar. Le hago caso me siento y abrocho mi cinturón.

Miro por la ventanilla y me teléfono suena lo contesto sin ver — Alo.

—Señorita Stone.

Justo con el que quería hablar.

— Adam explícame a donde rayos voy antes que entre en pánico— dije con los dientes apretados, el corazón mi iba a mil y estaba realmente muy nerviosa.

— ¿Señorita le tienen miedo a volar?

—no, no le tengo miedo a volar, me pone nerviosa no saber a dónde demonios voy y me molesta no saber dónde estás tú para buscarte y poderte matar con mis propias manos.

—estarás bien nena, nada te va a pasar.

— ¿donde estas?— digo en un suspiro.

— en un lugar, te amo.

—Daniel's ¿dónde queda ese lugar?

—te amo nena— y cuelga, se quedo mirando el teléfono impactada, lo matare, mi corazón va a mil por segundo y el avión comienza a moverse.

Mierda, Mierda, Mierda.

Odio volar.

Odio volar.

Testo volar sola. 


ADAM el defecto mas perfecto... En Edición. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora