Desperté en realidad no quería hacerlo, no veía el punto, no me gustaba la idea de levantarme hoy, no me gustaba este iba en realidad era una pesadilla, desde hace cinco años lo pasaba por alto me gire sobre la cama golpee el despertador hasta que todo volvió a quedar en silencio, volví a gira y quede boca abajo, pensando seriamente en tomarme el día libre, a nadie le importaría, me quedaría todo el día en cama comiendo helado.
Me volví un ovillo y disfruto de lo calentita que estaba en mi cama.
Pero no podía conciliar el sueño, solo había recuerdos atormentándome, me gire y cerré los ojos, en días como hoy dejaba que mi memoria vagara en los buenos recuerdos, podía sentir el olor a panques subir llenar el aire que se mezclaba con el olor a tocino haciendo que el hambre hiciera sonar mi estomago, si me concentraba con mucha fuerza podía recordar alguna canción en el estero mezclado suavemente con su voz, y si dejaba de respirar por unos segundos podía sentir su calor alrededor de mi cuerpo. Solté el aire contenido y me gire mirando al techo al techo.
— Es como si se hubiera arruinado el día antes de empezar— me dije a mi misma.
Volví a cerrar los ojos y el olor a coco y ron llenaron el aire, mi pecho se comprimió haciendo que una ira comenzara a hacer erupción, sacudí la cabeza y pensé en los labios de Adam, en lo forma que se sentían sobre los míos, en su olor, su voz, todo lo que me alejada del sentimiento de ira que inundaba mi pecho.
(***)
Corrí hasta mi última clase del día, pero sentía que había estado corriendo todo el día, no me podía concentrar en las clases y me sentía en el limbo, había hablado con Adam entre clases pero ni siquiera su voz me animo, lo extrañaba y en este momento necesitaba estar entre sus brazos y fundirme en el contacto, pero por ahora no podía hacer nada, el volvería mañana por la noche o por la madrugada y volvería a ser todo mío.
Este año tenia clase hasta tarde solo los viernes y es momentos como este aprecie eso, me mandria todo lo posible lejos de casa y después de clase me vestiría bonito e irá a cenar y a comerme un trozo muy grande de pastel helado. Cuando me encontré con Gabriel. Carlos y Andre me abrazaron con fuerza y esperaron que la clase comenzara para deslizar sus tarjetas en mi bolso. No entendí nada de la clase por más que lo intentara mi cerebro se negaba a tomar información, no tenia ánimos de nada este día apestaba en niveles monumentales. En su mayoría hacia trazos sin sentido en la parte de atrás de mi cuaderno, mi había perdido en el montón de líneas y cuadros, hasta que Carlos me sacudió el hombro, mire y todos estaban recogiendo sus cosas guarde todo en mi mochila y los tres me volvieron a abrazar. Caminamos hasta el estacionamiento y reconocí a una de las niñeras de Adam. Los chicos se despidieron y camine hacia el gran Lincoln.
—Hola José— me saludo con el señorita, iba a llegar un punto que iba a tener que hablar con Adam sobre eso, odiaba el señorita, los veía más que a mi propio reflejo y me incomodaba que me dijeran señorita cada tres segundo.
Angie salto del auto tomándome por sorpresa y abrazándome con fuerza — ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!— grito en mi oído le devolví el abrazo.
—gracias Ann, ¿Qué haces aquí?
Bufo y ajusto la mano en mi cintura, sonreía como si estuviera viendo la cosa más divertida del mundo — no te voy a dejar pasar sola tu cumpleaños.
Comencé a negar con la cabeza pero me detuvo antes de que pudiera hablar —ordenes de Adam, no puedo dejarte sola hasta que llegue mañana— me beso la mejilla y paso su brazo por mis hombros— nos vamos a divertir.
Me tomo de la mano y me comenzó a meter en el auto cuando enterré mis pies con fuerza en el suelo, tenia mas fuerza de que parecía, cuando se dio cuenta que no iba a avanzar, me frunció e hizo un puchero por el cual Sam se sentiría orgullosa.
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ADAM el defecto mas perfecto... En Edición.
RomanceJennifer Stone a su corta edad a probado ambos lados de la vida. Luego de la muerte de su madre y que su padre se fuera dejándola ebria y sola en su casa se ve obligada por si misma levantarse. Pero hay algo que ella nunca se vio venir y es un chic...