capitulo 37 ¿que me has hecho?

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La noche nos cubre tornando el cielo de rosa, violeta, naranja y amarillo, era tan hermoso, la suave voz de Meghan Trainor y John Legend se mezclaba perfectamente en el aire, esto solo lo había visto en las películas, el atardecer, las velas, la suave brisa con olor a uvas y fresas, la música y todo, tenía que estar soñando, no tenia palabras, ni siquiera una.

Mire a Adam que estaba sonriendo y el brillo en su mirada era indescriptible.

— A-adam, esto es...— me extiende su mano y la tomo, sentía los ojos se me llenaban de lagrimas, nunca en la vida nadie había echo algo tan lindo y dedicado como esto, doy un par de pasos hacia él y busco sus labios y lo beso, lo beso suavemente alargando el momento, saboreando cada instante, apartándome suavemente lo miro y sonrió— hermoso.

Su mirada era intensa y de un verde brillante, esa mirada que me roba el aliento y que hace que mis neuronas se apaguen, caminamos hasta la plataforma y observo todo con detenimiento, quiero recordarlo todo, cada detalle, tomo asiento y él me acomoda la silla y luego acomodándose frente a mí, se ve muy bien vestido así. Un camarero llega y sirve una copa de vino donde se lee flor de Pingus y luego me sirve a mí, nunca he sido muy fan del vino soy más de amiga del vodka y el tequila. Le doy un sorbo y me sorprende el gran sabor que tiene, me gusta, el vino es de un tono rubí oscuro y sabe bastante bien.

— ¿Te gusta?— pregunta con una enorme sonrisa.

Asiento con la cabeza y sonrió —sabe bien, aunque no soy muy fan del vino, siendo sincera.

Sonríe de forma coqueta — ¿no te gusta el vino?—parece sorprendido — tienes muchas botellas de vino en tu cocina.

Sonrió sorprendida al ver que se había dado cuenta de lo que había en mi pequeño bar.

— son obsequios, familiares y amigos, no sé nada de vinos así que hoy tu eres el experto en la materia.

—me gusta ser el experto.

Ruedo los ojos y le doy un trago a mi vino, me encanta Adam, todos los vellos del cuerpo se me erizan ante su mirada tan intensa y brillante, es una extraña y hermosa mirada que me deja sin aire. — Así señor Daniel's ¿se puede saber en qué momento se le ocurrió todo esto?— muevo la mano señalado todo lo que nos rodea, sonríe y le da un sorbo a su vino.

No contesta solo me mira, me mira y me mira, haciendo que me ponga un poco incomoda, odiaba cuando hacia eso — eres muy hermosa señorita Stone.

Sonrío y mis mejillas se ruborizo suavemente y llega un mesero y disfruto de un coctel de camarones, un pate de berenjenas, y cordero a la naranja mientras hablamos y nos reímos, he aprendido mas de Adam en esta noche que en todos los dos meses que llevamos saliendo.

Cambian los vinos con cada comida pasamos de un vino tinto a uno blanco entre comidas y como que me gusto mas el vino blanco, me gustaba mucho su sentido del humor, cuando llega la hora del postre el camarero pone una porción de pastel de chocolate con una bola de helado de vainilla. Tomo una porción de helado y pastel y me lo llevo a la boca, y casi muero de placer, sabe exquisito, es mejor que mi pastel de chocolate y creí eso imposible pero lo era, estaba buenísimo —oh por dios, esta buenísimo— dijo en medio de un gemido, le doy otro sorbo al vino blanco y es como si todos los sabores hicieran un perfecta explosión de sabor en mi boca, sabe mejor que bien, podría fácilmente comer esto por el resto de mi vida.

El postre estaba delicioso pero seguía sorprendida con lo que me habia confesado antes de que llegara, le di otro bocado a mi postre antes de contestar.

ADAM el defecto mas perfecto... En Edición. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora