Capítulo #14

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Salí como un vendaval por la puerta del aula, pero mi retirada fue cortada. Fui directo a estrellarme contra un pecho cubierto con una sudadera azul cobalto, unas manos fuertes me sujetaron por los hombros y cuando alcé la mirada vi un rostro borroso, fue entonces cuando me di cuenta que mis ojos estaban nublados.

—L-Lo siento —tartamudeé, seguía aturdida por lo que ocurrió con Ethan y quería que la tierra se abriera y me tragara.

—Candidata, Jones —dijo él, su rostro me parecía vagamente familiar—. ¿Cómo te va en la campaña?

Arrugué el intervalo entre ceja y ceja, algo andaba mal con ese chico. Su rostro era una máscara de seriedad inusual en un adolescente y la idea de conocerlo era muy fuerte.

—¿Hemos hablado antes? 3Él me soltó y se pasó una mano por la cabeza, acto que hizo que la capucha de su sudadera cayera hacia atrás. Cuando vi su cabello lo recordé, era el chico de mechas azules. El que se acercó a mi mesa el día que regalamos cup cakes y lapiceras, el que vi como atormentaban los jugadores del equipo de futbol—. Oh, lo siento, ya te recuerdo. Discúlpame, es que...

—Pareces un poco aturdida.

—Lo estoy. —¿Qué pasaba con ese chico? ¿Por qué su mirada lucía tan vacía?—. ¿Estas tu bien?

—Mejor que nunca. —Se acomodó la mochila en su espalda y se bateó los cabellos—. Nos vemos, Jones. —Él se dio la vuelta y caminó dos pasos, se detuvo y giró el rostro— Ten mucho cuidado, nunca sabes qué momento será el último.

Dicho eso retomó el paso y se alejó. La campana sonó y fui a clases de matemáticas, estuve toda esa hora pensando. Pensé en las palabras del chico de mechas azules, y en las de Ethan, pensé en nuestro beso y en lo que yo le dije. ¿Cómo había podido convertirme en eso? ¿Cómo fui capaz de jugar con él?

Ethan estuvo frio y distante conmigo, me di cuenta de que extrañaba sus palabras de ironía y la forma en que siempre parecía retarme. Su nueva actitud me dolía, era terriblemente indiferente y nada dolía más que eso. Respiré hondo cuando sonó la campana. Tendría solo diez minutos para prepararme para el debate. Zoe me acompañó a mi casillero.

—Bien Heather, ha llegado el momento más importante —me dijo acomodando mi cabello—. Lo que pase hoy es muy importante.

—¿Sabes cuantas personas van a estar allí? A lo sumo unas cinco. —Ella sonrió.

—Lo sé, pero todo lo que ustedes digan lo postearan en internet, eso júralo. —Pues sí, en ese aspecto tenía razón—. Bien, ahora prepárate, yo antes necesito ir al baño. —Ella miró su reloj—. Así que nos veremos en el aula, llegaré a tiempo, no te preocupes.

Agregó ella al ver mi mueca de disgusto. La vi alejarse por el pasillo. Había descartado el conjunto que compramos en la tienda de segunda mano y en su lugar usaba su uniforme de animadora. En sus palabras, era una estrategia para seguir ganando votos, yo no estaba tan segura de ello. En realidad comenzaba a pensar que el uniforme se estaba convirtiendo en parte de ella.

Faltando tres minutos para que comenzara el debate, fui al aula. Cuando entré vi a Ethan frente a una mesa, tenía unos papeles apoyados en la superficie y los estudiaba, a su lado estaba Camila, mi ex-ayudante de campaña. Cuando me vio entrar me dirigió una mirada que daba miedo.

La profesora de biología estaba sentada al escritorio, a un lado de Ethan, y el resto de los alumnos que iban a presenciar el debate sumaban ocho en total. Me dirigí a la mesa al lado de la de Ethan y me quedé allí a esperar que llegara Zoe y se diera inicio al debate. Me extrañó no ver a André, que se encargaba siempre de reseñar este tipo de cosas en su blog. Cuando abrí la boca para preguntar a la profesora por él, se escuchó el primer disparo.

La guerra nerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora