Capítulo #22

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No sabía que existía algo como amigas extrañas hasta que Azlyn lo mencionó. Estábamos en una tienda que pregonaba vender los mejores artículos de fiesta y Zoe analizaba dos paquetes de vasos, unos eran naranjas y los otros azules.

—Estos son muy halloweenescos —dijo soltando los naranjas y decantando por los azules, Azlyn seguía mirándome con incredulidad.

—¿De verdad es la primera vez que hacen esto?

Yo estaba contando el dinero que Azlyn me dio. Dijo que quería que yo fuera su tesorera y administradora. Accedí mientras pensaba que si fuera yo la dueña del dinero, no confiaría ni en mi propia sombra para que lo administrara. Zoe tenía razón respecto a Azlyn, podía parecer un poco boba, pero muy en el fondo existía una persona que confiaba en otros con mucha facilidad.

—Sí, aquí Heather Jones la reina del promedio alto, no es muy amante de las fiestas. Y para ella sus salidas con amigas incluyen maratones en su casa de películas de Johnny Depp —comentó Zoe mientras miraba los globos—. ¿No vas a poner globos, verdad?

—No lo sé, sería bonito.

—No —decidió Zoe—. No estás cumpliendo siete años. Vamos a hacer algo más divertido.

—Si consideras divertido música a todo volumen, bebidas alcohólicas y un montón de adolescentes desenfrenados —dije terminado de contar el dinero, cuando alcé la mirada las dos me veían con detalle, y ambas al mismo tiempo dijeron.

—¡Por supuesto que lo es!

—Bien —dije con dignidad—. Entonces porque mejor no te gastas todo este dinero en un disfraz y haces que aparte de que se conviertan en simples adolescentes desenfrenados y alcoholizados, asistan también con disfraces ridículos de cosas que desean ser y nunca serán. —Volvieron a mirarme, como si tuvieran frente a si el hecho más impresionante del mundo y noté el error que cometí cuando las dos comenzaron a sonreír de forma muy amplia.

—Eso es genial. ¿Por qué no se me ocurrió a mí? —dijo Zoe. Mientras se dirigía hacia las cajas.

—Era una broma, no hablaba en serio —comenté cuando la chica de la caja registraba la compra.

—No, es genial —dijo Azlyn—. Siempre quise hacer una fiesta de disfraces.

—Pues hazla en tu próximo cumpleaños —sugerí mientras pagaba a la cajera y Azlyn me miró como si yo fuera una tonta.

—Este es nuestro último año, es ahora o nunca.

Y así fue como terminamos en la tienda de disfraces del centro comercial. Las observé volar de traje en traje, probándose sombreros de brujas y faldas de enfermeras sexys, mientras yo sostenía los vasos azules y pensaba en todo el horrible tormento que me esperaba por vivir.


***


Uno de mis primeros estudiantes fue un pequeño de primer año. Usaba una libreta de Spiderman y pantalones muy altos, y le iba bastante mal en matemáticas. Estábamos en el primer receso del lunes, yo acaba de enseñarle una o dos cosas que parecía aun no comprender del todo y luego lo puse a realizar un ejercicio. Mientras él lo hacía pensé en varias cosas.

Primero, podía escuchar los pasos, las risas y las voces de los estudiantes que disfrutaban de su receso. Segundo, lo que dijo Ethan sobre que no enseñará matemáticas y por último pensaba en el disfraz de Azlyn. Después de probarse alrededor de cinco disfraces el domingo, a la final decantó por uno que debía reconocer, era muy lindo. Se trataba del disfraz de un hada, con alas parecidas a las de una mariposa en tornasol y un pequeño vestido color verde agua que iba muy bien con su tono de piel. Recordé como Zoe gritó cuando la vio y recordé lo que le dijo.

La guerra nerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora